Renuncia

Dolores Delgado dimite como fiscal general “por motivos de salud”

Presenta su renuncia a la ministra de Justicia al no encontrarse “en las condiciones físicas exigidas para tan alta función” tras su operación de espalda

Dolores Delgado ha renunciado por motivos de salud al cargo de fiscal general del Estado dos años y medio después de tomar posesión, un mandato marcado por la polémica tras pasar directamente del Gobierno de Pedro Sánchez, donde era ministra de Justicia, al puesto de mayor relevancia de la carrera fiscal. Delgado fue sometida a una operación quirúrgica en la espalda de la que aún se está recuperando y, según asegura la Fiscalía General del Estado en un comunicado, aún tendrá que pasar de nuevo por el quirófano.

Todo apunta a que el elegido por el Gobierno para sustituir a Delgado será su mano derecha, Álvaro García Ortiz, jefe de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado,

Según ha informado la Fiscalía General, Delgado ha remitido una carta a la ministra de Justicia, Pilar Llop, “expresando su voluntad de apartarse de las responsabilidades como fiscal general del Estado por motivos de salud”.

El pasado 20 de abril, recuerda ese comunicado, Delgado se sometió a una intervención de urgencia en la columna vertebral, “que consistió en la eliminación de un quiste sinovial que comprimía el conducto de las vértebras L2/L3 del lado derecho, así como la eliminación de una fractura de la faceta articular de la vértebra”. Su columna, “muy afectada”, le obligará “a nuevas intervenciones quirúrgicas”.

Una decisión “difícil”

La hasta ahora fiscal general señala “lo difícil de una decisión” en la que ha tenido que “conjugar su inequívoca vocación de servicio público con un alto sentido del deber y responsabilidad”. Una reflexión que le ha llevado a la convicción de que “no se encuentra en las condiciones físicas exigidas para tan alta función”.

Delgado hace un balance “satisfactorio” de estos dos años y medio de mandato. “Se han cumplido los objetivos del proyecto”, se reivindica, y se enorgullece de que se han logrado “hitos históricos” para la carrera fiscal y la Justicia española “y un cambio de paradigma en la Fiscalía centrado en la transparencia, los valores democráticos, los derechos humanos, la perspectiva de género y la protección de los más vulnerables”.

Perseguida por la polémica desde su nombramiento

Perseguida por la polémica desde su nombramiento, pues pasó directamente del Gobierno de Pedro Sánchez a ser designada fiscal general del Estado, deja el cargo casi dos años y medio después (tomó posesión el 26 de abril de 2020).

Dolores Delgado (Madrid, 1962) , es licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y se incorporó al Ministerio Público hace más de 30 años. Su primer destino fue la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña entre los años 1989-1993, donde permaneció adscrita a los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de El Prat de Llobregat (Barcelona).

En 1993 pasó a la Fiscalía Antidroga donde desarrolló su labor hasta 2004, año en que entró a formar parte de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, en la que desde 2007 coordinó la lucha contra el terrorismo yihadista. Ya en 2017, sus labores de coordinación se extendieron a todo tipo de terrorismo.

Especialista en jurisdicción universal, Delgado se convirtió en 2011 en fiscal de apoyo en la Corte Penal Internacional, donde participó en la investigación ordenada por Naciones Unidas en relación a la represión del régimen libio de Muamar el Gadafi durante la Primavera Árabe.

Miembro de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) desde 1990, en 2018 fue elegida para formar parte del Consejo Fiscal. El 7 de junio de 2018 fue nombrada ministra de Justicia por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, un cargo en el que permaneció hasta el 13 de enero de 2020.