Echenique denuncia discriminación: exige adaptar una fila del Congreso y la tribuna de oradores

Pablo Echenique ha remitido una carta a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, para que se ejecuten las obras necesarias para adaptar el hemiciclo a personas con movilidad reducida. El portavoz de Podemos indica en la misiva que ya han pasado dos años y medio desde que Batet prometió la adecuacióndel salón de plenos y no se ha avanzado nada, una situación que considera que “es sencillamente inaceptable”, según dice en la carta recogida por Servimedia.

El portavoz morado sí reconoce que Batet ha acogido su petición siempre con “la mayor cordialidad y disposición”, pero lamenta que no se haya traducido en hechos aún. De hecho, tampoco cree que sea una excusa válida que Batet haya recibido estudios técnicos que se opongan a la adaptación del hemiciclo. “Me hago cargo de que has recibido algunos informes en contra de la posibilidad de llevar a cabo la reforma correspondiente por argumentos de afectación del patrimonio histórico. Lo que ocurre es que ese argumento no es aceptable”, destaca Echenique, ya que el patrimonio histórico “no está por encima de los derechos de las personas”.

“Entiendo que el Congreso tiene la soberanía necesaria como para tomar la decisión política más sensata concurriendo las razones que concurren”, continúa, y pide a Batet que si, por algún motivo “absurdo”, fuera “directamente ilegal” llevar a cabo la adaptación, le indique cuáles son las leyes que lo prohíben para que ponerse “inmediatamente” a estudiar su modificación en las Cortes.

Si esa vía no fructifica, Echenique plantea que los portavoces de los grupos parlamentarios llevaran a cabo su trabajo desde un escaño en el “gallinero” (en la parte de arriba del hemiciclo) y que todos los diputados, sean portavoces o no, utilizaran “la pequeña tribuna de oradores portátil” en el medio del Hemiciclo, aunque asegura que no le parece la solución “más sensata”. Pese a ello, si la todo lo demás fuera “imposible o contrario a derecho, o las dos cosas”, esto por lo menos haría que los portavoces en silla de ruedas puedan “mirar a la cara” a cualquier ciudadano que les pregunte “cómo puede ser que todavía estemos así en el año 2022 en el Congreso de los Diputados”.

El objetivo, según expone Echenique, es que tanto él como cualquier futuro portavoz que se desplace en silla de ruedas y no puede bajarse de ella pueda ejercer su trabajo “en igualdad de condiciones con el resto de portavoces y no sea objeto de discriminación”.

Actualmente, Echenique sigue los plenos desde abajo, sin poder compartir espacio con los diputados de su grupo parlamentario, ni tampoco puede subirse al atril para intervenir como el resto de parlamentarios. Ahora, un portavoz de Grupo que se desplace en silla de ruedas y no pueda bajarse de ella, tiene dos opciones, la primera es llevar a cabo su actividad desde la última fila (conocida como “gallinero”),“apartado” de su propio Grupo Parlamentario y teniendo que subir por el montacargas, “sin techo y sin paredes”, de la cafetería, lo cual puede, incluso, “poner en riesgo alguna votación importante”.