Congreso
El PNV amaga con una ruptura si Sánchez mantiene sus incumplimientos
Los nacionalistas vascos exigen agilizar los traspasos de competencias
Si nada cambia, la legislatura concluirá a finales del año que viene y se convocarán elecciones para diciembre de 2023. Sin embargo, los socios de Pedro Sánchez exigen agilizar el cumplimiento de los acuerdos antes de que finalice este 2022 porque son conscientes de que el próximo año, cargado de citas electorales, habrá poco margen para avanzar. Esquerra pretende, en este sentido, acelerar la agenda de «desjudicialización» con reformas legales en el Congreso antes del 31 de diciembre y el PNV también se ha sumado a esta exigencia con la agenda de traspasos. Los nacionalistas vascos amagan ya con romper con el Gobierno si continúa el incumplimiento de los traspasos de competencias que, según el calendario aprobado en febrero de 2020, ya debía haber concluido (en diciembre de 2021).
En total, se marcó el traspaso de 32 competencias. Sin embargo, los plazos de cumplimiento se han ido retrasando por la pandemia, algo que el PNV ha llegado a encontrar hasta comprensible. Lo que no encuentra comprensible es que haya retrasos por la falta de voluntad del Gobierno o por las trabas que está imponiendo, cuestionando la viabilidad jurídica de algunas transferencias cuando están integradas en el Estatuto de Gernika. El máximo dirigente del PNV, Andoni Ortuzar, en una entrevista en «Radio Euskadi», ha querido este miércoles ser comedido y, aunque ha reconocido que la posibilidad de una ruptura está ahí, también quiso matizar que el PNV es un «partido serio» y tampoco va a dar «volantazos» ni tiene voluntad de derribar a este Gobierno. De hecho, conviene recordar que los nacionalistas vascos se han convertido en el socio más fiable (mucho más que Esquerra y Bildu) del ejecutivo nacional (han votado tan solo siete decretos en contra de 88).
No obstante, y a pesar de las matizaciones de Ortuzar, sí que es cierto que el malestar del PNV con el Gobierno ha ido «in crescendo» en las últimas semanas y se ha hecho notar, aunque se ha limitado a una escalada retórica. Por ejemplo, con el decreto de medidas de ahorro energético, los nacionalistas vascos se mostraron muy críticos desde el principio, pero acabaron apoyándolo en el Congreso.
Ahora, más allá de la actividad de la cámara baja, los nacionalistas vascos pretenden culminar su agenda de traspasos. En febrero de 2020 se pactó un calendario de 32 transferencias, programado en cuatro bloques. Y sí que es cierto que se han materializado ya bastantes (entre ellos, alguno de bastante peso, como el de Instituciones Penitenciarias en octubre de 2021), pero todavía quedan muchas por materializar, como el de la gestión económica de la Seguridad Social, que ya está en fase de negociación (después de que se concretara el traspaso del Ingreso Mínimo Vital, que no estaba calendarizado entre los «32»). Otro de los que está en negociaciones es el de Cercanías. Hay otras que siguen paralizadas, sin conversaciones.
En el horizonte también está el acercamiento del PP de Alberto Núñez Feijóo, y Ortuzar tiene voluntad de aceptar la cita con el líder de los populares, aunque todavía no hay fecha. El líder del PNV, eso sí, deja claro que hay un acuerdo de legislatura con Sánchez que cumplir y, en ningún caso, pretende dar un giro por un encuentro con los populares, que servirá como deshielo en las relaciones entre ambas formaciones tras años de distanciamiento durante la etapa de Pablo Casado, precedida por la moción de censura que los nacionalistas vascos apoyaron.
✕
Accede a tu cuenta para comentar