Defensa
Hacia el soldado 4.0: estos son los ‘gadgets’ del combatiente español del futuro
Una docena de empresas han presentado al Ejército de Tierra sus novedades en visores nocturnos, exoesqueletos, cascos, tejidos o chalecos
El Ejército de Tierra español está inmerso en un ambicioso proceso de transformación para hacer frente a conflictos cada vez más complejos que contempla la llegada de modernos vehículos como el VCR 8x8 Dragón, los primeros serán entregados este mismo año, y también pone el foco en la tecnología y el equipamiento que portará el futuro soldado. El combatiente 4.0 podríamos llamarlo.
La realidad es que tener a los mejores soldados, con buen equipo y el adecuado adiestramiento, es igual de importante o más que contar con lo último de lo último en blindados o misiles. Al final el militar es el que está en primera línea, baja del vehículo, pone la bota en el barro y avanza para asegurar una pequeña cota en campo abierto o un barrio de una ciudad. El ejemplo lo encontramos, como en muchas otras ocasiones, estos días en Ucrania. Las imágenes que llegan de la contraofensiva ucraniana muestran a niños y ancianos rusos capturados en el frente norte casi sin armamento y mucho menos preparación.
El combatiente, como apuntan muchos militares, “es el mejor sistema de armas”, eso sí, si tiene una moral alta, y, para ello, es clave el equipamiento, que no pase frío en invierno y calor en verano, es decir, tener un uniforme adaptado a la misión, que el arma sea fiable y no se encasquille, que pueda ver bien que sucede a su alrededor con equipos de visión nocturna o que el casco y el chaleco antibalas no solo sean resistentes, sino también ligeros y cómodos en los desplazamientos.
La protección y el equipo del soldado, como reconoce el propio Ejército, ha quedado en un segundo plano en los últimos años eclipsada por otros grandes programas como el citado VCR 8x8, mucho más atractivos para el gran público. Tierra apuesta ahora por dar un impulso a todo lo relacionado con la protección del soldado (cascos, chalecos…) y los complementos o gadgets que aumenta la seguridad en el campo de batalla (cámaras, visores nocturnos, dispositivos de localización, equipos de comunicación…).
El primer paso ha sido acudir al mercado. El Ejército reunió en una reciente jornada a una docena de empresas, casi todas españolas, para conocer sus últimos desarrollos. La reunión fue en el Parque y Centro de Abastecimiento de Material de Intendencia (Pcami) en Madrid, un centro del que han salido en los últimos días varios camiones con prendas de abrigo para los soldados ucranianos que hacen frente a las tropas de Putin.
Durante la jornada, las compañías mostraron desarrollos muy diversos, desde exoesqueletos que facilitan la carga y descarga de material o nuevos visores nocturnos que aumentan el rango de visión, hasta textiles inteligentes que reducen el calor que emite el cuerpo y, por tanto, hacen que el soldado sea más difícil de detectar por las cámaras y radares enemigos, pasando por innovadores sistemas de posicionamiento que no dependen del GPS. Todo para incrementar la protección del soldado.
Empresas como Fecsa o Aitex y universidades como la Politécnica de Cartagena dedican buena parte de sus inversiones en I+D al desarrollo de novedosos materiales (nanocompuestos, grafeno, nuevas cerámicas y resinas) que permitan aumentar la resistencia de casco y chalecos, reduciendo a la vez el peso. Destaca también la apuesta creciente por los exoesqueletos, unos robots que en el ámbito civil ya son una realidad y permiten a personas con problemas de movilidad volver a caminar. En el ámbito militar, la compañía Gogoa, por ejemplo, está desarrollando un exoesqueleto para el Ejército de Tierra conocido como Gudex que convertirá al soldado en un híbrido entre hombre y máquina capaz de levantar cargas con mayor facilidad y que soportará el peso de su mochila en largas caminatas, reduciendo la fatiga.
El personal del Pcami también aprovechó la oportunidad para mostrar material en experimentación, como una ración de combate que no necesita de hornillo para calentar la comida, denominada Ración de Efectivos en Desplazamiento. El calor se consigue al mezclar en agua con una serie de compuestos que generan una reacción química.
Nuevo casco de combate
Uno de los proyectos más maduros relacionado con la protección del soldado es el nuevo casco de combate. Un grupo de trabajo del Ejército de Tierra trabaja en los requisitos de este casco desde el año pasado. A simple vista, la principal diferencia de diseño respecto al modelo operativo en las unidades, el Cobat, es la calota recortada, es decir, es más corta tanto por la parte trasera como por los laterales. En líneas generales, el Ejército busca un casco más ergonómico y de menor peso, reduciendo, en contraposición, la superficie de protección.
Otra novedad respecto al actual modelo es la integración de un anclaje delantero para el acople de gafas de visión nocturna. Actualmente para la fijación de estos equipos el casco cuenta con un atalaje externo sobre la superficie que no ofrece la suficiente sujeción. También incluirá railes Picattiny laterales para acoplar otros accesorios como cámaras infrarrojas o de vídeo, designadores laser, linternas o luces estroboscópicas. En cuanto a los requisitos balísticos, el Ejército establece la resistencia contra el impacto de munición del calibre 9 mm, y también .357 y .44 Magnum, y una resistencia antifragmentos a 650 metros por segundo. El actual Cobat no cuenta con protección contra proyectiles .357 y .44 Magnum. También fija un requisito de trauma máximo (en la actualidad está en 20 mm). Fecsa dio a conocer en la jornada su propuesta para este casco. La compañía es el fabricante del mencionado Cobat, actualmente en servicio en el Ejército de Tierra.
Siscap (Sistema de Combatiente a Pie) es otro proyecto interesante. En él participan las compañías Indra y GMV. Este programa tiene como objetivo dotar al soldado de una serie de gadgets (equipos de visión nocturna, cámara para el arma, comunicaciones, sistema de posicionamiento…) conectados a un mini ordenador muy ligero que lleva en la espalda y que gestiona toda la información de estos sensores. El combatiente cuenta con un visor acoplado al casco en el que puede ver toda esta información de forma sencilla. Para ciencia ficción, pero ejércitos de otros países cuenta con programas similares. Las empresas también tienen previsto introducir realidad aumentada. El Ejército espera recibir siete demostradores el próximo año
De momento, muchos de estos programas están en una fase de desarrollo temprano, sin embargo, muestran claramente como los avances tecnologías también llegarán al soldado y lo convertirán a finales de esta década casi en Robocop.
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