Tomás Gómez

El candidato socialista

A unos meses de las municipales y autonómicas, el último debate de la región en la Comunidad de Madrid ha pasado sin pena ni gloria. Algún que otro sondeo interesado ha intentado crear un clima favorable a Díaz Ayuso, un esfuerzo inútil porque lo único que queda por saber es si tendrá mayoría absoluta o no. Las constantes rabotadas de la popular han tenido como consecuencia algo único respecto al resto de España: una bolsa de votantes que lo son de Vox y de Ayuso a la vez.

En la izquierda las cosas están más complicadas. Mónica García se enfrenta a la última oportunidad de ganar el sillón de la Puerta del Sol y Podemos, sin Iglesias, está en su ocaso definitivo. No es descartable que, de aquí a mayo, termine por perder hasta el último diputado autonómico. Los de Más Madrid serán los receptores de los últimos simpatizantes morados que se refugiarán, como tantos ex votantes socialistas, en la candidatura de García. El problema de la errejonista no es que el PSOE le quite el liderazgo de la oposición, sino que caiga tanto que el bloque de derechas se dispare.

El PSOE madrileño lleva camino de su segundo ridículo consecutivo. Esperando la llamada de Ferraz para saber qué cara aparecerá en los carteles, empiezan los primeros puntapiés por ocupar un puestecillo en la lista de concejal o de diputado a la Asamblea. Los socialistas perdieron el pulso en las empresas, los barrios, las universidades y en los entornos culturales hace tiempo y no lo han recuperado. Lo único que se sabe del secretario general del PSOE madrileño es que quiere ser candidato en las primarias. No se sabe bien para qué, no se le conoce ninguna propuesta que haya interesado a la sociedad madrileña.

En cuanto a la Alcaldía de Madrid, descartada la Delegada del Gobierno, los focos apuntan a un ministro o ministra. Suena Pilar Llop, pero Marlaska, Bolaños o la sempiterna Robles siempre están en los mentideros. Lo que es seguro es que los que quieren ser candidatos no lo serán y que Sánchez está intentando que sea cabeza de cartel alguno que no quiere, que podría ser un independiente. Un drama lo del PSOE de Madrid, que solo existe cuando hay que elegir listas.