Memoria Histórica
El Gobierno usó el No-Do para documentar la demanda por los bienes de Meirás
La Xunta se suma a la Abogacía del Estado en la reclamación de 564 objetos. El Supremo aún no ha admitido a trámite el recurso de los Franco
La Xunta de Galicia acaba de sumarse a la demanda del Estado para reclamar a la familia Franco la propiedad pública de 564 bienes muebles que se encuentran en el Pazo de Meirás, pleito en el que ya se había personado el Ayuntamiento de Sada, donde se ubica el inmueble coruñés.
Con dos sentencias a favor de la titularidad del Estado, solo queda esperar la decisión del Tribunal Supremo, aunque todavía está pendiente de admisión el recurso de casación que la familia Francopresentó el 4 de marzo de 2021, según fuentes de su representación legal, una demora que no suele ser habitual. Los nietos alegaban que el fallo de la Audiencia Provincial de A Coruña les reconoce la ocupación del inmueble «pública, pacífica, ininterrumpida y en concepto de dueños» y de manera «exclusiva» durante más de 30 años.
Mientras, el Gobierno gallego presentó este lunes un escrito en el Juzgado de Primera Instancia número 70 de Madrid para incorporarse a la demanda interpuesta por el Gobierno el 21 de septiembre al respecto de la consideración de bienes de dominio público y patrimonio público.
Los 564 bienes muebles están agrupados en tres categorías: bienes de patrimonio nacional (2), bienes del patrimonio documental español (409) y bienes que son del dominio público (153) por su afectación al uso del Pazo de Meirás como residencia oficial del jefe del Estado y, además, forman parte del patrimonio histórico español por su interés histórico y artístico vinculado a la figura de Emilia Pardo Bazán.
La demanda de la Abogacía del Estado recoge con precisión los enseres según su pertenencia a Franco o su relación con la época de la escritora gallega. Entre el más de medio millar de bienes destacan los numerosos elementos documentales que se guardan en dependencias como la torre Quimera, el despacho de Franco y la biblioteca –donde hay numerosos libros y documentación– la capilla o los salones del piso inferior. De las paredes del pazo cuelgan así mismo media docena de retratos, incluido el célebre del «Caudillo» vestido de requeté obra de Ignacio Zuloaga, y un busto suyo. También hay un bodegón floral pintado por el propio Franco o un retrato de su nieta María del Mar –Merry– Martínez-Bordiú.
En cuanto a los bienes considerados propiedad de Patrimonio Nacional figura una mesa vitrina de la segunda mitad del siglo XIX que formó parte de la Sala de Música de la Reina Victoria Eugenia en el Palacio Real de Madrid, según consta en los inventarios fotográficos de los años 1916 a 1924; así como piezas de madera tallada y dorada al agua del siglo XVIII.
La demanda de la Abogacía del Estado es tan minuciosa que incluye detalles observados en el No-Do –disponible en la web de RTVE– para identificar algunos objetos. El famoso noticiero de la época era habitual testigo de las jornadas veraniegas de Franco en su retiro.
Respecto a la Casa Cornide en A Coruña propiedad de los Franco y también objeto de reclamación, el conselleiro de Cultura de la Xunta, Román Rodríguez, ha afeado al Ayuntamiento que no haya acudido aún a la vía judicial, un proceso en el que asegura que contará con su compromiso. Defiende, además, que la Xunta «ya asumió la responsabilidad» al incoar el expediente para declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del edificio, por lo que «el grado de protección ya lo tiene» independientemente de cuándo se resuelva el trámite al completo.
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