Enmienda a los PGE
El PP exige un cambio en la gobernanza de los fondos europeos ante el “caos” en la ejecución
Los populares reclaman dar “más protagonismo” a las autonomías
La euforia del Gobierno en 2020 por los fondos europeos se va desinflando poco a poco: el impacto a nivel económico (en términos de PIB) está siendo mucho menor del que inicialmente se había previsto y muchas de las causas pueden hallarse en la mala gestión que está haciendo el propio ejecutivo. Poca capacidad tiene para sacudirse las culpas y señalar a responsables externos a Moncloa porque fue el propio Gobierno quien decidió asumir la gobernanza de los fondos europeos mediante un polémico decreto (36/2020) aprobado en enero de 2021.
Fue polémico porque establecía las bases de la gobernanza de los fondos europeos y recibió muchas críticas de la oposición porque acusaba a Moncloa de centralizar la gestión: incluso, también, de los propios socios del Gobierno, como ERC, que votó en contra; si bien, el decreto salió adelante “in extremis” gracias a Vox, que se abstuvo.
En cambio, el PP, que votó en contra, se mostró muy duro y ya advirtió de los problemas que podría acabar desencadenando el modelo de gobernanza que diseñó el Gobierno, y así está quedando reflejado ahora: el reparto del dinero es lento y caótico y las críticas y avisos desde Europa, autonomías y tejido empresarial se van multiplicando. Los populares propusieron la creación de una autoridad independiente para la gestión de los fondos europeos, aunque el Gobierno hizo oídos sordos. Ahora, que los fondos europeos vuelven a estar en el centro de la actualidad política por el “caos” y su baja ejecución (a 30 de septiembre, los pagos ascienden a 6.347 millones de euros, un 22 por ciento del total del Presupuesto para este año) en un momento delicado para la economía, el PP vuelve a proponer un cambio en el sistema de gestión: en una enmienda parcial a los presupuestos del Estado, pide una reforma del régimen de gobernanza “para mejorar la toma de decisiones” y dar más protagonismo a las autonomías porque “son las que ejecutan buena parte de los hitos y objetivos que permiten afrontar los retos nacionales”.
Y es que el sistema de gobernanza diseñado por el Gobierno dejó en un segundo plano a las comunidades autónomas, a las que se comprometió a dar voz a través de la creación de una conferencia sectorial. Si bien, esa conferencia sectorial tampoco ha tenido apenas protagonismo, ya que, como desvela este diario este lunes, lleva sin reunirse desde agosto de 2021: es decir, más de un año. En este sentido, además del PP, otros grupos también están alzando la voz contra la gestión de los fondos europeos: destaca sobre todo el PNV, uno de los socios del Gobierno, que en las últimas semanas viene reclamando mejorar la cogobernanza de los fondos europeos, aunque tampoco parece que el Gobierno vaya a mover ficha.
En la misma enmienda, los populares también piden una reforma del sistema de selección de los PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) “para evitar discrecionalidad en su otorgamiento y corregir a través de los mismos desequilibrios territoriales”. De entre los PERTE, destaca los problemas que está habiendo con el proyecto destinado a los vehículos eléctricos, donde las grandes compañías automovilísticas están siendo críticas con la ejecución (Ford, de hecho, se ha retirado y el grupo Volkswagen ha sido muy crítico).
Los populares, en otra enmienda dirigida a mejorar también el gasto de los fondos, piden la creación de una oficina de atención a las Comunidades Autónomas para poder «canalizar de forma inmediata y con eficacia las grandes dudas para poder definir y ejecutar las ayudas del plan» o el establecimiento de «criterios claros, concretos, transparentes y unificados para definir los gastos exigibles en cada una de las ayudas y para cada autonomía». Todo ello porque el PP, que gobierna cinco autonomías, sostiene que cada día «se acumulan» los «problemas» para recibir los fondos y para que se puedan ejecutar con garantías ante «la indefinición de criterios por cada uno de los ministerios, la redundancia en el gasto, la duplicidad en cada Comunidad Autónoma, la inseguridad en su desarrollo y el reparto desigual sin una justificación concreta».
Lo cierto es que los fondos europeos se le están atragantando al Gobierno y, cuando todo parecía que podían convertirse en una palanca económica de cara a revalidar la victoria en las próximas elecciones generales, puede acabar siendo una fuente de inestabilidad por el creciente malestar que está generando la gestión del dinero. La economía, como reflejó una encuesta reciente elaborada por este diario, se convertirá en el factor determinante para los votantes en la próxima cita con las urnas.
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