Independencia

Bildu se une a Esquerra y se lanza a por la autodeterminación en el último año de legislatura

Los independentistas vascos se echan este sábado a la calle para reclamar la vuelta a casa de presos y terroristas fugados de ETA

La legislatura que enfila ya su tramo final va a pasar a la historia como la que elevó a Bildu a partido determinante para la gobernabilidad de España. Pedro Sánchez se ha acogido a independentistas vascos y catalanes para sobrevivir y lo ha conseguido pese al alto precio que ha tenido que pagar en cesiones impopulares. Y eso puede no ser todo porque tanto Bildu como ERC han elevado el tono en las últimas semanas y han vuelto a situar sus demandas territoriales en el centro de su discurso rumbo al último año de legislatura.

Lo han hecho, eso sí, con diferente énfasis: mientras Esquerra es mucho más concreta y ha presentado ya su hoja de ruta para lograr un referéndum (el resultado tendría validez si cuenta con una participación superior al 50%), Bildu es más ambiguo y habla de reforma constitucional para reconocer a “Euskal Herria” como nación, “sin más límite que la voluntad popular”, en palabras de la portavoz en el Parlamento de Navarra, Bakartxo Ruiz, este sábado. Es decir, evita pedir directamente la celebración de un referéndum de independencia. Este tipo de demandas incomodan en el PSOE porque vienen a desmentir que el “procés” haya terminado pese a querer proyectar que han logrado desinflamar el clima política en Cataluña y defender que eso será un “activo” electoral en la próxima cita con las urnas.

Ambos partidos habían suavizado la apuesta por la independencia durante esta legislatura y habían dado prioridad a otros asuntos. En el caso de Esquerra, se había relegado a un segundo plano la autodeterminación para poder negociar su agenda de desjudicialización; sin embargo, una vez conseguida sus demandas con la supresión de la sedición y la rebaja de las penas de malversación que beneficiará judicialmente a los principales responsables del “procés”, los republicanos se han lanzando a por el referéndum. En el caso de Bildu, se han centrado más en conseguir el acercamiento de presos de ETA a las cárceles vascas, algo que también han conseguido en muy buena medida (solo quedan 14 presos por acercar). Ambas formaciones, en paralelo, también han dado mucho protagonismo a la agenda social.

Dar protagonismo a este asunto territorial ahora viene motivado por dos cuestiones: por un lado, porque ERC y Bildu se lanzan ya al ciclo electoral y tampoco quieren que queden difuminados sus posturas independentistas tras involucrarse en la gobernabilidad de España; y, por otro lado, porque son insaciables en sus exigencias al Gobierno pese a las muchas cesiones logradas ya.

De esta manera, Bildu, que ha reunido este sábado la Asamblea General, ha querido mandarle un mensaje claro al Gobierno sobre cuál es su hoja de ruta, ante la tentación de quedarse solo en una reforma del Estatuto de Gernika. “Es obvio que después de 40 años, nuestros estatutos autonómicos, que parecen garantizar un posible autogobierno, están agotados. No son válidos en el siglo XXI”, ha expresado la portavoz abertzale, poniendo el acento en “los límites y obstáculos” para tomar las propias decisiones “en el ámbito económico y social”. Por ello, para Bildu “no es momento de conmemorar Estatutos ni Amejoramientos” sino de “hablar de futuro y de abrir nuevos escenarios para que se reconozca a Euskal Herria y al resto de naciones del Estado Español”.

En esta línea, aunque el PNV trate de tener perfil propio, también cabe recordar que, con motivo de la reforma constitucional que está tramitándose en el Congreso para modificar el artículo 49 para sustituir el término “disminuidos” por de “personas con discapacidad”, ha introducido una enmienda para incluir el derecho a decidir pactado.

Presos de ETA

Los independentistas vascos se han echado esta tarde a la calle para reclamar la vuelta a casa de los presos de ETA y de los terroristas “refugiados” fuera de España, que han huido de la Justicia. La protesta, organizada por Sare, ha transcurrido por las calles de Bilbao con Arnaldo Otegi al frente de la marcha que ha desembocado en las puertas del Ayuntamiento. Lo cierto es que la protesta ha tenido menor eco este año entre algunas de las entidades que solían acudir (como CC.OO.) porque apenas quedan ya presos de ETA fuera de las cárceles vascas, aunque sí han vuelto a estar presentes miembros de JxCat o ERC.

Desde que llegó Pedro Sánchez al Gobierno, se han registrado 370 traslados de 203 presos de ETA, según datos de la AVT, y ahora apenas quedan 14 repartidos por toda España (alejados del País Vasco y Navarra). No obstante, la reivindicación que ha planeado en la marcha de hoy ha sido los “obstáculos” que tienen los presos para acceder a los beneficios penitenciarios a través del tercer grado (semilibertad). Según Sare, correspondería al 64% de los reclusos (110) estar ahora mismo bajo ese régimen penitenciario, pero eso no es posible porque, según dicen, los jueces y los fiscales impiden la aplicación de una “política penitenciaria ordinaria”.

“Es hora de poner a los presos y refugiados vascos en su camino a casa. Es hora de dejar atrás todas las molestias de la legislación de exención. Es hora de lograr una solución real al conflicto y construir una convivencia real”, ha manifestado Bakartxo Ruiz. En esa concentración no ha estado presente el PNV, aunque reclama el fin de la “excepcionalidad penitenciaria” que se aplica a los presos de ETA.

De esta manera, los independentistas vascos han conseguido ya poner fin a la política de dispersión penitenciaria de los miembros de la banda terrorista, que asesinó a 854 personas, y ahora quieren un paso más allá con la exigencia de la vuelta a casa de los presos, lo que vendría a ser prácticamente una “amnistía”.