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485 militares para el último año en Afganistán

Un convoy de militares españoles conversa con las autoridades de Qala i Naw en agosto de 2013
Un convoy de militares españoles conversa con las autoridades de Qala i Naw en agosto de 2013larazon

En apenas 15 días arranca la nueva misión de la OTAN, en la que España participará durante 2015

El próximo jueves, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, solicitará en el Congreso de los Diputados la participación de tropas españolas en la nueva misión de Afganistán. Se oficializará así el fin de la operación de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, por sus siglas en inglés), en la que España participa desde enero de 2002 y que concluye el próximo 31 de diciembre. Un día después, arranca «Resolute Support» (Apoyo decidido), en la que nuestro país estará presente.

De esta forma, dentro de apenas 15 días, se pondrá fin a una de las misiones más importantes, peligrosas y costosas en las que ha participado España. Durante estos casi 13 años, cerca de 30.000 militares y guardias civiles españoles han pasado por la guerra afgana, en la que no eran extraños los enfrentamientos con los insurgentes. Hasta 1.500 uniformados llegó a tener España desplegados al mismo tiempo en este teatro de operaciones. De hecho, es la misión que más vidas se ha cobrado: un centenar de efectivos, además de dos traductores. Y es que, en el marco de esta misión se produjeron dos de los accidentes más trágicos: el del Yak-42 en mayo de 2003, con 62 militares fallecidos, y el del Cougar en agosto de 2005, con 17. El último caído español en suelo afgano fue el sargento David Fernández Ureña, fallecido en enero de 2013 cuando trataba de desactivar un artefacto explosivo improvisado (IED).

A partir del 1 de enero, esos enfrentamientos podrían pasar a la historia, pues las reglas de la nueva misión de la OTAN cambian. Ya no habrá tropas de combate y los cometidos de «Resolute Support» (operación aprobada el pasado septiembre en la Cumbre de Gales) se basarán en el asesoramiento, el adiestramiento y el apoyo. Serán, tal y como anunció el viernes el ministro de Defensa, Pedro Morenés, un máximo de 485 los efectivos españoles que se desplegarán entre Herat y los cuarteles generales de Kabul. En cuanto a capacidades, España aportará, además de la gestión del aeropuerto y el hospital «Role 2» de la Base de Herat, un equipo para continuar el adiestramiento del Ejército afgano y una unidad de Protección de la Fuerza y la base. Estos últimos son los que más expuestos estarán a los ataques, pues entre sus tareas está la de garantizar la seguridad del acuartelamiento, tanto interior como exterior. Para ello, a principios de mes se desplegó una unidad de unos 220 efectivos de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable «Galicia VII» (BRILAT), que ya prepara esa transición. Estos militares conforman al que es la 36ª rotación española en estos casi 13 años, la denominada ASPFOR XXXVI.

Todo apunta a que España sólo estará un año más en Afganistán, hasta el 31 de diciembre de 2015, pues, como dijo Morenés el pasado verano, «España no pretende eternizar» su presencia en Afganistán. Y aunque la participación española es prorrogable, el fin de la presencia en el país asiático parece cada día más cercano.

Pero los militares españoles no estarán solos. En esta nueva misión participarán 10.800 efectivos de Estados Unidos junto a otros 3.000 o 4.000 de países aliados de la OTAN, después de que hace menos de un mes el presidente afgano, Ashraf Gani, ratificase tanto el Acuerdo Bilateral de Seguridad (BSA), como el Estatus de las Fuerzas de Seguridad (SOFA). De esta forma se daba luz verde a la continuidad de las tropas internacionales en suelo afgano.