Política

Disturbios

Agentes de los Mossos contra el Govern: «Hasta aquí hemos llegado»

La cúpula evita la autocrítica y desvincula a los CDR de los altercados violentos.

Una de las imágenes del 1-O que más impacto ha tenido es la de un grupo de Mossos entrando a toda prisa a la Cámara catalana para refugiarse y esperar refuerzos, como se ve en la imagen. Los antidisturbios disponibles para la jornada estaban en las movilizaciones ante la Policía Nacional y en Gerona
Una de las imágenes del 1-O que más impacto ha tenido es la de un grupo de Mossos entrando a toda prisa a la Cámara catalana para refugiarse y esperar refuerzos, como se ve en la imagen. Los antidisturbios disponibles para la jornada estaban en las movilizaciones ante la Policía Nacional y en Geronalarazon

La cúpula evita la autocrítica y desvincula a los CDR de los altercados violentos.

Los Mossos d'Esquadra han dicho «basta». Después de dos jornadas negras para el Cuerpo, en el ojo del huracán independentista por su actuación del sábado ante los CDR para evitar que boicotearan una manifestación de Jusapol y tras el descontrol vivido el 1-O por la falta de efectivos, la mayoría de mandos y agentes piden acabar con la «instrumentalización» política y avisan al Govern: «Hasta aquí hemos llegado». Varios sectores van más allá e incluso reclaman la dimisión de Quim Torra y de toda la «cúpula política» de Interior.

La gota que ha colmado el vaso para gran parte del Cuerpo ha sido la «planificación errónea» del dispositivo del 1-O, que desembocó en un intento de asalto en el Parlament, con varios Mossos de la unidad de seguridad ciudadana refugiados en el interior de la Cámara catalana esperando la llegada de los antidisturbios para poder dispersar a los manifestantes. «El dispositivo no fue el que tenía que ser. La falta de previsión que hubo fue muy grave, se puso en peligro la seguridad de los agentes», explica a este diario Toni Castejón, secretario general del Sindicat de Mossos d’Esquadra.

Lo cierto es que la falta de agentes fue una constante durante toda la jornada del 1-O, planificada como un «lunes normal» por la Consejería de Interior de la Generalitat y con «algunas patrullas de la unidad de antidisturbios de libranza». «Los agentes que acudieron al Parlament cogieron un casco y un escudo y se fueron para allí a toda prisa, no iban preparados. Lo pasaron muy mal», explica Castejón. En concreto, el representante sindical se refiere a las patrullas que acudieron en un primer momento a la protesta sin el material adecuado e incluso en mangas de camisa. «Tenemos que decir que hasta aquí hemos llegado. Esta situación está creando muchísimo malestar dentro del Cuerpo», denuncia Castejón. Para la organización Sap-Fepol, mayoritaria en el Cuerpo, la planificación del 1-O fue «inadmisible».

Juanjo Torrente, secretario general de CSIF Mossos, va un paso más allá y denuncia que el «dispositivo del 1-O estaba diseñado para no actuar». «No puede ser que los agentes que estaban en el Parlament se tuvieran que esconder y esperar refuerzos sin estar preparados», relata. «Desde el Govern de Torra han alentando a la desobediencia y se les ha ido de las manos», asegura antes de confirmar que su sindicato pide la dimisión del president y de toda la cúpula política: «Nos han dejado tirados». «No podemos permitir que el Gobierno siga jugando con la integridad física de sus policías».

Más llamativo es el comunicado que ayer hicieron público los propios mandos del cuerpo policial, agrupados en el sindicato Sicme, para denunciar la «instrumentalización política» que sufren. «Esta responsabilidad también se la pedimos a TODOS (en mayúsculas en el texto original) nuestros representantes políticos, ya que pueden contribuir, y mucho, a la seguridad pública del país». Para frenar esa «instrumentalización», los mandos de los Mossos llaman a «evitar el debate permanente» sobre sus actuaciones, «especialmente cuando este debate tiene una connotación claramente política».

La rebelión dentro del cuerpo policial catalán contrasta con las declaraciones públicas de ayer del director de los Mossos d'Esquadra, Andreu Martínez, quien negó en todo momento la falta de planificación, evitó la autocrítica e incluso desvinculó a los Comités de Defensa de la República (CDR) del intento de asalto al Parlament. En concreto, Martínez atribuyó los altercados a un grupo de «radicales con actitud de confrontación» que amagaron con entrar en el Parlament «después de que los CDR desconvocaran la protesta».

El director de los Mossos, quien compareció sin el consejero de Interior, Miquel Buch, también evitó valorar si los incidentes del 1-O pudieron recrudecerse tras las palabras de Quim Torra espoleando a los CDR.