La Armada lleva a cabo estos días el ejercicio Flotex 23, el más avanzado y complejo del año en aguas de Baleares y el Mediterráneo occidental. En total, durante su duración, hasta el próximo 16 de junio, está prevista la participación de unos 5.000 efectivos, entre personal embarcado y de apoyo en las diferentes zonas en que se desarrolla. En cuanto a medios materiales, participan en conjunto 19 buques de superficie, dos submarinos, 16 aeronaves, cinco vehículos no tripulados, 80 vehículos de Infantería de Marina y seis lanchas de desembarco.

Participan además unidades del Ejército de Tierra y del Aire y del Espacio, así como buques de las marinas de guerra de otros países, en este caso Canadá, Francia, Grecia, Italia, Letonia, Portugal, Turquía y Estados Unidos.

Entre las actividades realizadas en el transcurso del ejercicio destacan ejercicios de combate urbano en Almería por parte de la 5ª compañía del 2° Batallón de Desembarco del Tercio de la Armada, aprovisionamiento de buques en alta mar, tiro antiaéreo sobre blanco aéreo SCRAB, como el que ha llevado a cabo la fragata Cristóbal Colón, así como el empleo de vehículos no tripulados, tanto de superficie como aéreos, todos de diseño y producción española.

La participación de agrupaciones permanentes de la OTAN en esta edición corre a cargo de la SNMG-2 de escoltas y la SNMCMG-2 de medidas contra minas.

Ha llamado la atención especialmente la espectacular imagen de 19 buques navegando en formación: el portaaeronaves Juan Carlos I, las fragatas Santa María, Victoria, Cristóbal Colón, Canarias y Álvaro de Bazán, el submarino Galerna, los buques de asalto anfibio Galicia y Castilla, el buque de aprovisionamiento Patiño, los cazaminas Sella y Tambre y el buque de acción marítima Furor.

Junto a ellos, el destructor estadounidense USS James E. Williams; el buque de apoyo logístico turco Durmus; la fragata francesa Chevalier Paul; la fragata canadiense HMCS Fredericton o, por Italia, la patrulla de altura Foscari, la fragata Carabiniere y el cazaminas Alguero.