Nueva interceptora
Así es la versión militar de las patrulleras de la Guardia Civil que un astillero gallego saca al mercado
Así es la interceptora HS60 Combat, una plataforma multimisión de 18 metros de eslora
El astillero gallego Aister presentó en la pasada feria de defensa FEINDEF 25 su nueva HS60 Combat, una versión militarizada de su ya conocida embarcación interceptora. Se trata de una nave de 18 metros de eslora diseñada específicamente para misiones de alta exigencia, capaz de desarrollar una velocidad que le permite responder con una agilidad formidable en los escenarios operacionales más complejos. Ahora, la compañía ha dado más detalles de su nuevo producto en una nota de prensa conocida la semana pasada.
De hecho, esta nueva plataforma naval destaca por su rendimiento. Es la versión militar de la ya conocida HS60 que desde 2023 opera la Guardia Civil en zonas como Huelva o Algeciras, y la embarcación, aunque tuvo ciertos retrasos y polémicas, puede superar los 60 nudos, una velocidad punta que, combinada con su maniobrabilidad, la convierte en una herramienta idónea para tareas de intercepción, protección de fuerzas o inserción de unidades de operaciones especiales.
Su diseño ha sido concebido para garantizar la máxima eficacia en situaciones críticas donde cada segundo cuenta, según destaca el propio astillero en un comunicado de prensa. Este tipo de embarcaciones son cruciales para dotar de movilidad a cuerpos de élite como la Infantería de Marina española, que también se ha dotado recientemente de nuevos fusiles de precisión.
Asimismo, la HS60 Combat ha sido desarrollada como una plataforma de carácter multimisión, con capacidad no solo para el transporte rápido de tropas, sino también para la ejecución de un amplio abanico de operaciones militares. Su robusta construcción y las adaptaciones específicas de esta versión militar aseguran su plena operatividad en las condiciones más extremas, un requisito indispensable para las Fuerzas Armadas.
Un aval de fiabilidad basado en la experiencia
Por otro lado, el desarrollo de esta nueva embarcación militar no parte de cero, sino que se apoya en una base ya consolidada y de probada eficacia en el ámbito de la seguridad. No en vano, el modelo original de la HS60 ya presta servicio en el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, que recientemente ha recibido la quinta unidad de esta patrullera de alta velocidad.
En este sentido, la experiencia acumulada con la Guardia Civil representa un respaldo fundamental para el proyecto, demostrando la confianza en esta plataforma para misiones reales de vigilancia e intercepción en nuestras costas. Este bagaje previo ha sido clave para evolucionar el diseño y adaptarlo a las necesidades aún más exigentes del entorno de la defensa nacional. Esta modernización se enmarca en un esfuerzo más amplio por actualizar el material de las Fuerzas Armadas, donde también se debate la renovación de la caballería española con nuevos vehículos blindados.
Eso sí, el despliegue de las HS60 primigenias no ha estado exento de polémica. Primero por las dudas en cuanto a sus velocidades puntas (luego se supo que los motores de las nuevas embarcaciones en uso por la Benemérita estaban limitados al 70%). Luego, por la demora en la licitación pública por parte de Interior, que provocó que algunas de estas patrulleras entraran en servicio meses más tarde de lo que en su momento el Gobierno anunció.
Ahora será cuestión de tiempo saber si Defensa también quiere hacerse con estas nuevas HS60 Combat, una vez se ha demostrado su practicidad en aguas del Estrecho y en el resto del litoral español.