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La patrullera de la Guardia Civil, anunciada como la más veloz del mundo, más lenta que las de Italia, Marruecos y Gibraltar
Las nuevas patrulleras de la Guardia Civil no cumplen con las expectativas. Anunciada a bombo y platillo como la patrullera más rápida del mundo, dista mucho de serlo.
Las nuevas patrulleras de la Guardia Civil para combatir a las mafias del Estrecho, no cumplen con las expectativas. Anunciada a bombo y platillo hace un mes en Cádiz como la patrullera más rápida del mundo, dista mucho de serlo. A pesar de que el fabricante gallego Aister indicó que había sido probada en la ría de Vigo y que alcanzaba velocidades superiores a los 60 nudos (110 km/h), cierto es que sus prestaciones cambian mucho en el mar donde en las mejores condiciones climatológicas posibles no han logrado superar los 55 nudos.
Con un coste de 1,8 millones de euros, la Aister HS60 ha sido diseñada en Moaña, para poder combatir contra la inmigración ilegal, el narcotráfico y el crimen organizado. Según explicaron el día de su presentación dos de sus puntos fuertes eran la velocidad punta y la maniobrabilidad. Con sus 18 metros de eslora y 4,5 de manga, indicaron que la HS60 superaba cómodamente los 60 nudos de velocidad punta gracias a dos dos motores intraborda de 1800 CV cada uno, propulsados por dos waterjets.
Además, las nuevas patrulleras cuentan con un puesto de gobierno interior y otro exterior con una visibilidad de 360 grados, con capacidad para llevar a cuatro tripulantes y con asientos ergonómicos con amortiguación antishock. También disponen de camarotes y cocina para navegaciones de mayor duración. Asimismo, tienen una gran capacidad de giro de 360 grados en muy poco espacio. De fácil mantenimiento y poco coste anual, su casco es de aluminio reciclable y, a diferencia de sus predecesoras -construidas en poliéster reforzado de fibra de vidrio-, es más resistente y tiene una vida útil estimada de 15 años.
En cuanto a la equipación, llevan radar de navegación, sistema de comunicación por satélite, un proyector de luz con un alcance de 1.200 metros y un lanzagranadas automático de 40 milímetros. El primero de los modelos, denominado “Río Flumen”, ya opera en Algeciras y una segunda llegará a Huelva el próximo mes de septiembre.
Hasta ahora, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil (Semar) no podía competir con las embarcaciones neumáticas de los delincuentes, que podían alcanzar velocidades de entre 60 y 70 nudos. Parecía que esta situación iba a cambiar con la llegada de la "Río Flumen" pero nada más lejos de la realidad. Las primeras pruebas de la lanzadera han comprobado que a pesar de ser nueva solo alcanza los 57 nudos. Lo cierto es que la "Río Flumen" cumple con el pliego de prescripciones técnicas de la licitación, que establecía que debía tener una velocidad máxima superior a los 55 nudos, mantenida durante al menos una hora y que con el 80 por ciento de la potencia debía superar los 45 nudos. Pero, a pesar de ello, es insuficiente para poder luchar en iguales condiciones con los traficantes.
Según informa Defensa.com, la Guardia Civil ya le habría trasladado a Aister el problema de la falta de velocidad y la empresa fabricante habría argumentado que los motores se encuentran limitados al 70 por ciento como forma de protegerlos. Otras de las deficiencias reclamadas serían "la falta de asideros en cubierta para la tripulación, la limitada visión frontal del patrón desde el puente interior por la tendencia de la embarcación a elevar la proa, o la necesidad de reubicar la pantalla del radar, alejada de la vista de este", según la misma web.
El problema de la velocidad no es sólo que no supere los 60 nudos tal y como se anunció sino que con el paso del tiempo, por cuestiones relativas al desgaste, la velocidad máxima se va reduciendo, por lo que en un periodo de un año volverían a tener problemas para perseguir a los delincuentes.
La referencia de la Guardia di Finanza italiana
Cuando se presentó la licitación en 2021, la Guardia Civil pretendía poder estar a la altura de las lanchas empleadas por los países de nuestro entorno. La HMC “Sentinel” de Gibraltar, alcanza los 62,5 nudos y fue anunciada hace un año como “la más rápida de la Bahía”. También Marruecos posee embarcaciones más rápidas que las españolas. Así, las Metal Shark de la Gendarmería marroquí pueden alcanzar los 72 nudos. El país alauí firmó un contrato en 2019 con Metal Shark para la compra de 26 embarcaciones de alta velocidad de la serie "Relentless", diseñadas específicamente para misiones de seguridad marítima y patrulla en alta mar.
Pero la referencia real para la Benemérita era la Guardia di Finanza italiana, país que lidera hace tiempo el desarrollo de embarcaciones de alta velocidad. Sus modelos más modernos combinan formas de casco finas, esbeltas, con forma en V para alta velocidad, motores de gran potencia y sistemas de control del empuje optimizados para alcanzar elevadas velocidades y gran maniobrabilidad. Con modelos con cabinas cerradas o semicerradas llevan cuatro motores FPT (Fiat Powertrain) de 650 CV, 4 Seatek de 800 CV o 2 V8 como los MAN de 1.350 cada uno, aunque uno de los que más prestaciones ofrece es el XTO de 425 CV de Yamaha, por el que el Semar había mostrado interés.
Entre las patrulleras de la Guardia di Finanza que alcanzan los 70 nudos están las ST60 y ST50 de Super Termoli o la Clase V6000, ambas de fabricación italiana.
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