Análisis

Bildu es el socio «infalible» del PSOE: apoya todas sus iniciativas

Un total de 16 propuestas socialistas cuentan con el «sí» de los abertzales en el Congreso

Arnaldo Otegi y Pello Otxandiano
El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi (i), y el candidato de la formación a lehendakari, Pello Otxandiano (d), han participado este miércoles en Santurce (Bizkaia) en un acto de campaña para las próximas elecciones vascas del 21 de abril. Miguel ToñaAgencia EFE

El Ejecutivo y el PSOE buscan ahora tomar distancia de quien es uno de sus principales socios en el Congreso de los Diputados. Fingen sentirse escandalizados tras las declaraciones del candidato de Bildu, Pello Otxandiano, en las que rechazaba calificar a ETA de banda terrorista y, ahora, ponen pie con pared respecto a la relación real existente entre PSOE y Bildu. Todo ello, a pesar de que las declaraciones de la formación abertzale no producen ninguna sorpresa, porque no son nuevas. El partido de Otegi no ha cambiado de parecer y no ha condenado a ETA ahora, pero tampoco lo hizo cuando el PSOE sí apostó por negociar con ellos el Ayuntamiento de Pamplona o el Gobierno de Navarra con la abstención de Bildu, entre otros.

En un paso más y hasta miembros destacados del Ejecutivo que impulsaron a Bildu para reinsertarlos en la vida democrática ante el rechazo de la oposición, ahora reconocen que el partido vasco no cuenta con la «madurez democrática» que pensaban que tenía. El ministro de Transportes, Óscar Puente, mostró ayer su «gran decepción» al creer que la formación abertzale «estaba en condiciones de dar los pasos que son ya inevitables y que tenía la valentía de decir las cosas por su nombre».

Esa decepción le llevó a negar que Bildu fuera un socio del Gobierno. Según aseguró, su socio en el Ejecutivo es «Sumar», obviando que su partido necesita de los votos de Bildu en el Congreso y que Pedro Sánchez fue investido presidente gracias también a los votos de Bildu. Aun así, aseguró que seguirán pactando en el Congreso, aunque «difícilmente» pueden tenerle «como un socio estable» porque «le faltan dar pasos indispensables».

Sin embargo, aunque en el Ejecutivo se afanen ahora en separarse de Bildu, lo cierto es que, hasta en el Congreso de los Diputados, el partido abertzale ha sido uno de los socios más fiables para Sánchez en los ocho meses (cuatro hábiles entre verano y hasta la formación de gobierno) que llevamos de legislatura. Hasta ahora, todas las iniciativas legislativas propuestas por el PSOE (no vinculantes) han sido apoyadas por el partido de Arnaldo Otegi.

De momento, la legislatura se encuentra congelada y el Gobierno no ha aprobado ninguna ley en el Congreso, al margen de la amnistía que volverá del Senado para su aprobación final en el mes de mayo. El Ejecutivo tiene el apoyo de Bildu para la citada ley y también ha contado con el respaldo de la misma formación para dar luz verde a los tres reales decretos ley que el Gobierno llevó al Congreso nada más empezar el año, aunque finalmente solo fueran aprobados dos por la negativa de Podemos a la reforma del subsidio por desempleo.

Sin embargo, sí es medible el apoyo total de Bildu al Gobierno, por medio de proposiciones de ley, no de ley, comisiones de investigación en el Congreso de los Diputados o mociones presentadas por el Partido Socialista y suscritas por sus socios, según el análisis realizado por LA RAZÓN con los datos de todas las votaciones en sesiones plenarias en el Congreso desde el mes de agosto, cuando se inauguró la legislatura. Hasta ahora, de 17 iniciativas socialistas, solo hay una en la que Bildu se diferenció del partido de Gobierno. Se trata de su proposición no de ley sobre una Estrategia Nacional frente a la soledad no deseada, donde Bildu optó por la abstención, al igual que ERC, Junts y PNV. La iniciativa contó con el voto a favor del PP y la abstención de Vox, por lo que salió adelante con 286 votos a favor y 56 abstenciones.

Bildu es el único socio que no se ha descolgado –de momento– de ninguna votación llevada por el PSOE a la Cámara Baja. Por ejemplo, en el mes de febrero, los de Sánchez llevaron al Congreso una PNL para el apoyo a la cadena de valor del sector del automóvil y despliegue del vehículo eléctrico y conectado de Galicia que contó con el voto a favor de Bildu y la abstención de Junts, ERC y PNV, el resto de socios habituales.

Junts y PNV también se abstuvieron de la proposición no de ley del PSOE sobre un Pacto de Estado por la Salud Mental, mientras Bildu lo respaldó. Los reales decretos ley presentados por el Gobierno estuvieron a punto de no salir adelante por el desacuerdo de todos los socios. Finalmente, Junts decidió no votar y salvó los decretos del Gobierno (uno para desbloquear 10.000 millones de euros de la UE y otro para afrontar las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania), a cambio de un pacto en materia de migración. Fue podemos quien se desmacró del Gobierno en la votación de la reforma del subsidio, aunque en la parte socialista aseguran que el "fracaso" es solo imputable a la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, responsable del decreto.

Este patrón se repitió también durante la pasada legislatura, ya con leyes aprobadas. Al menos, Bildu dio su apoyo a 33 proyectos de ley de los 71 a los que se dio luz verde, y convalidaron 47 de los 96 reales decretos-ley que el Gobierno publicó.

Aun así, el PSOE, de momento, ha conseguido recabar el apoyo de sus aliados en todo momento. Si bien, será llamativo ver lo que ocurre cuando el Ejecutivo lleve al Congreso la amplia agenda legislativa que prevé desplegar en esta legislatura, con hasta 200 normas previstas. Entonces será interesante ver si los socios ponen o no difícil al Gobierno continuar la legislatura. De momento, el Ejecutivo se ha salvado del examen de los Presupuestos Generales del Estado, donde todas las formaciones suben su precio para apoyar las cuentas públicas.

Ahora, habrá que ver las consecuencias que puede tener para el Ejecutivo en la legislatura el rechazo explícito a Bildu en el País Vasco. Dependerá también de los resultados de este domingo y de si finalmente el PSE cumple su línea roja: la de no hacer presidente al candidato de Bildu. De momento, hay varias leyes en el cajón que el Ejecutivo tendrá que pelear con sus socios. La de suelo, la de Extranjería o la de prostitución no cuentan aún con el aval de Bildu, ni tampoco con el del resto de aliados. Todo apunta a que el PSOE tendrá que recabar el apoyo del PP si quiere sacarlas adelante.