Justicia
Bolaños, en un universo paralelo, ensalza la "ejemplaridad" en el servicio a los ciudadanos
La presidenta del CGPJ defiende ante el ministro que "nunca debería haberse perdido el respeto a los jueces"
El Rey ha entregado en el Casino de Madrid el Premio Gumersindo de Azcárate al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en una ceremonia en la que el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha defendido la necesidad de "ejemplaridad " en el servicio a los ciudadanos. En la resaca del peor día para el Gobierno en siete años, Bolaños ha pronunciado un discurso extemporáneo. Como si lo de ayer hubiera sido un mal sueño de una noche a 30 grados. Como si el fiscal general del Estado no estuviera imputado.
En presencia de Felipe VI y de la presidenta del CGPJ, Isabel Perelló, se le ha escuchado un alegato por la independencia de los jueces, "base y pilar en una democracia como la nuestra". También ha ensalzado la necesidad de proteger el "respeto exquisito" al trabajo judicial, a su "imparcialidad" y al "imperio de la ley".
Tras su intervención, Perelló ha agradecido el galardón y ha pronunciado un discurso muy aplaudido y con gran carga de profundidad. Ha ensalzado el trabajo esforzado y callado de los 5.000 jueces para que la sociedad "avance y sea más justa", "a la altura de una justicia independiente, imparcial y responsable. La clase de Justicia que esperan los ciudadanos.
Perelló reclamó un "apoyo sin fisuras a la independencia y legitimidad de los jueces" y la renuncia a cualquier intento de "instrumentalizar la Justicia". "Nunca debería haberse perdido el respeto a los jueces", ha dicho. En una legislatura en la que el "lawfare" parece ser la única estrategia de defensa del Gobierno, ella ha pedido lo contrario "a pesar de la situación complicada que estamos viviendo en los últimos años". La presidenta del CGPJ ha manifestado, una vez más, su preocupación "por la a independencia judicial" y por tratar como sea de que estos principios que sostienen al Estado de Derecho "no se degraden".
En su intervención final, Felipe VI ha querido reconocer la labor que a diario realizan jueces y magistrados para velar por "el principio de igualdad ante la ley" y ha citado al propio Gumersindo de Azcárate: "Si la ley es la garantía del derecho, los tribunales son la garantía de la ley". También se ha citado a sí mismo cuando en enero participó en la entrega de despachos a los nuevos jueces en Barcelona y les hizo ver que "la legitimidad de las instituciones se alimenta de la confianza de la ciudadanía, y que mantener y merecer esa confianza es un trabajo delicado y un esfuerzo diario".