
Defensa
Los helicópteros Chinook del Ejército de Tierra valorará podrían prepararse para luchar contra el fuego
El Ejército de Tierra estudia sumar a sus gigantescos helicópteros Chinook a la lucha contra los incendios con enormes depósitos de agua, un salto de envergadura que no frena el dinero, sino la logística

La capacidad de un solo helicóptero para descargar 7.600 litros de agua sobre un incendio forestal podría cambiar las reglas del juego en la lucha contra el fuego en España. Esa es la propuesta que se baraja para los gigantescos Chinook del Ejército de Tierra, una idea que supondría un salto de gigante frente a los medios actuales. La diferencia es abismal si se compara con los helicópteros Cougar que emplean hoy las Fuerzas Aeromóviles (Famet), cuya capacidad de carga se limita a 1.800 litros.
De hecho, esta iniciativa transformaría por completo la labor del Batallón de Helicópteros de Transporte V (Bheltra V), con base en Colmenar Viejo (Madrid). Estas aeronaves, la columna vertebral del transporte pesado de las Fuerzas Armadas, nunca han participado en misiones de extinción. Su reconversión implicaría un giro en su misión principal, pasando de trasladar tropas y material a convertirse en una fuerza de choque contra las llamas, un papel inédito para ellas. Esta idea de adaptar aeronaves de transporte para nuevos roles es una tendencia creciente en el ámbito de la defensa, similar a cómo se convierte el enorme avión A400M en una auténtica bestia de guerra con capacidades polivalentes.
Sin embargo, el proyecto se topa con un obstáculo que no es ni técnico ni económico, sino puramente organizativo. El verdadero muro a superar, según informan desde el medio Infodefensa, es el enorme desafío logístico que supondría su despliegue. La viabilidad depende de una reestructuración profunda que requeriría ampliar plantillas con personal especializado, intensificar la formación y adaptar toda la cadena de soporte.
Los costes ocultos de una nueva capacidad
Por otro lado, a la complejidad organizativa se suma la inversión necesaria. Aunque no sea el principal impedimento, la adquisición de los helibaldes, conocidos popularmente como «Bambi Buckets», representa un desembolso económico considerable. El precio de cada uno de estos dispositivos de descarga oscila entre los 50.000 y los 70.000 euros, una cifra que debe tenerse en cuenta en cualquier planificación presupuestaria. Este desembolso se suma a otras necesidades presupuestarias para la modernización de las Fuerzas Armadas, ya que, por ejemplo, la artillería antiaérea española necesita más inversión para no quedarse obsoleta.
Asimismo, mientras se estudia esta ambiciosa transformación, el Ejército de Tierra no se detiene y ya trabaja en reforzar los medios ya existentes. Independientemente de la decisión final sobre los Chinook, los planes a corto plazo contemplan aumentar la flota de helicópteros Cougar dedicados a la lucha contra incendios, pasando de las tres aeronaves actuales a un total de cinco para fortalecer su apoyo a la sociedad civil.
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