Cierre de filas con Llarena ante los ataques del soberanismo

Un año después, el desafío independentista volverá a acaparar el protagonismo en la solemne apertura del Año Judicial, que se celebra hoy en el Tribunal Supremo en un acto presidido por Felipe VI. Pero la habitual defensa de la independencia judicial tendrá en esta ocasión un destinatario claro: el magistrado Pablo Llarena, en la diana del independentismo radical por su papel como instructor de la causa abierta contra los principales líderes del «procés».

«Nadie sufrirá por cumplir la ley», aseguró hace un año el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Carlos Lesmes en referencia a la estrategia de ruptura del frente soberanista. Pero lo cierto es que pasados doce meses el juez Llarena ha tenido que ver cómo las juventudes de la CUP pintaban consignas amenazantes ante su casa de Das (Gerona), viéndose obligado incluso a abandonar un restaurante increpado por radicales independentistas. Demandado además civilmente por cinco procesados –Carles Puigdemont y cuatro ex consellers de su Govern– ante la Justicia belga, el pasado agosto el CGPJ acordó otorgar su amparo al magistrado ante lo que consideró «un ataque planificado a las condiciones de independencia en las que desarrolla su labor jurisdiccional». La cuestión, sin duda, volverá a estar sobre la mesa en el discurso que pronunciará hoy Lesmes ante la cúpula judicial.

Al acto solemne con el que arranca de forma institucional el curso judicial –durante el cual la fiscal general del Estado, María José Segarra, presentará la memoria de la Fiscalía del pasado ejercicio– asistirán, entre otros, tanto la ministra de Justicia, Dolores Delgado, como el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas.

El pasado año, el entonces fiscal general del Estado –el ya fallecido José Manuel Maza– advirtió a los independentistas de que la respuesta de la Fiscalía sería «firme y enérgica» para garantizar el estado de Derecho y la unidad de España.