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Las casi cuatro décadas transcurridas desde el inicio de su reinado, Su Majestad El Rey supo guiar a una nación que en 1975 empezaba una nueva etapa de renacimiento de la democracia con una ardua labor por delante de consensos políticos, económicos y sociales.

Se mida como se mida, ya sea en términos de libertad política, en datos de prosperidad económica, en términos de cohesión social, o en apertura e integración internacional, ha comandado e impulsado el avance de un país libre y democrático que ha duplicado el valor de su economía, ha limado sus diferencias sociales y ha conseguido abrirse al mundo en medio de una dura competencia, formando parte como miembro de la UE desde 1986.

La resuelta labor de Su Majestad y su compromiso con España han contribuido decisivamente a que nuestro país encontrara el camino adecuado durante la Transición, y a lo largo de todo este período, por el que avanzar –a mayor o menor ritmo según las circunstancias– con valentía y determinación.

Es innegable su decidido impulso a la expansión internacional económica de España: en estos 39 años de reinado, el grado de apertura de nuestra economía ha pasado de representar algo menos de un 30% en 1975, a estar por encima del 65% en 2013. Los empresarios siempre hemos podido sentir el aliento, el estímulo y el cálido apoyo de la Corona en nuestro afán por conseguir introducirnos en nuevos mercados. Su Majestad se ha acompañado de delegaciones empresariales en sus visitas oficiales, consciente del papel fundamental que juega como embajador de nuestro país. Siempre le estaremos agradecidos por su inestimable colaboración y respaldo al tejido empresarial español.

En todos los casos, ese estímulo de Su Majestad se ha reflejado en su presencia en nuestros principales actos e iniciativas, y su ejemplo nos ha servido para tener muy presente que los empresarios somos partícipes de esta labor, que atañe a todos.

Es mucho lo que queda por hacer. Estamos superando muchos problemas, pero aún quedan otros pendientes, tanto en el orden económico como político y social. Los empresarios españoles mostramos todo nuestro apoyo, colaboración y lealtad para con el futuro Rey Felipe VI para afrontarlos, con la plena confianza en su preparación y conocimiento de su país, su sensibilidad hacia las empresas y su compromiso para con el progreso y el bienestar social.