
Interior
Consulta de una matrícula: Puigdemont y un guardia civil en lucha
El funcionario rompe su silencio en una entrevista para LA RAZÓN y se rebela contra los 15 días de suspensión fijados en un procedimiento en el que se rechazaron «a testigos clave»

Serviliano Valencia Díaz y Carles Puigdemont estaban separados por más de 1.000 kilómetros el polémico 8 de agosto de 2024 cuando el líder independentista protagonizó un acto en Barcelona y se fugó ante miles de personas. Este agente de la Guardia Civil de Badajoz ha terminado siendo sancionado por consultar la matrícula del coche en el que se marchó el expresidente de Cataluña. Una búsqueda que sigue negando y recurrirá. "Se ha negado la declaración de testigos claves en el procedimiento", lamenta en una entrevista exclusiva para LA RAZÓN.
Serviliano, de 50 años, nació en Badajoz en el sino de una familia humilde. Su padre, peluquero de profesión, traía el pan para él y sus cuatro hermanas en su residencia en la zona del Gurugú. En su adolescencia perteneció a un movimiento de scout del barrio a la par que compaginaba su tiempo siendo voluntario en una parroquia donde se le inculcó la "lucha por los derechos de los más desfavorecidos y de la clase obrera".
Después de finalizar el servicio militar obligatorio decidió presentarse a las oposiciones y consiguió entrar en el Ejercito con 20 años. De esta forma ascendió a cabo y cumplió tres misiones de Paz en la antigua Yugoslavia, una bajo mandato de Naciones Unidad y dos bajo mandato de la OTAN, desarrollando operaciones en países por aquél entonces enfrentados como son Croacia, Serbia y Bosnia-Herzegovina.
La misión de Serviliano en el Ejército terminó en 1999 cuando ingresó en la Academia de la Guardia Civil de Baeza. Desde el año 2000 al 2007 vivió y trabajó en Madrid. Estuvo destinado en el Aeropuerto Internacional Madrid-Barajas. Después pasó a estar destinado en el puesto de Valverde de Leganés, perteneciente a la Comandancia de la Guardia Civil de Badajoz, y dos años después, a su actual destino, el Núcleo de Servicios de la Comandancia de Badajoz.
Este guardia civil formó parte del contingente desplazado a la isla de La Palma con motivo de la erupción del volcán en 2021. Su trabajo en el Instituto Armado lo estuvo compaginando con su lucha por la mejora de los derechos de sus compañeros como representante de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC). Este agente comienza la entrevista recordando y sacando pecho del trabajo asociativo. Una labor que compensa a pesar de la decena de expedientes disciplinarios que ha sufrido.
Precisamente, es un expediente disciplinario el que ha puesto en el foco mediático a este guardia civil. Serviliano confiesa que "no está muy bien" tras conocer la sanción que le han impuesto por unos hechos cometidos, presuntamente, en su "horario de trabajo" y en cuyo procedimiento se le negó "las declaraciones de posibles testigos claves para aclarar aquello que se imputa".
Una sanción sobre la bocina
Han sido meses muy duros de una "espera tensa" con "notificaciones cada cierto tiempo y práctica de pruebas", que han provocado que "mentalmente" se encuentre "en una incapacidad laboral temporal". "Siendo no menos cierto que se siente el apoyo de algunos compañeros y de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, organización de la que soy representante en la provincia de Badajoz", ensalza.
Cuando se le pregunta qué pasó el día de la fuga de Carles Puigdemont, Serviliano se muestra incrédulo. "Eso quisiera saber yo, poco puedo aportar a esta pregunta ya que todo nace al parecer de una auditoría desde Madrid y que en la misma parece ser que la matrícula del vehículo en el que se fugó el ciudadano Puigdemont había sido consultada con mi tarjeta profesional", detalla.

"Son muchas las matrículas que eran consultadas por mí en mi trabajo diario por motivos que tienen que ver con mis obligaciones y cometidos profesionales, y pudiera ser que introdujera algún número o letra parecida de cualquier otro vehículo y saliera el del ciudadano en cuestión. Igualmente, como declaró un oficial en la instrucción de mi expediente disciplinario, pudiera haberse dado el caso que la sesión de consultas se dejara abierta al haberme levantado del puesto de trabajo para cualquier otro asunto relacionado con mis obligaciones y que otra persona consultara la matrícula que me ha supuesto este expediente disciplinario", explica el agente.
La Unidad Técnica de Policía Judicial en Madrid realizó una auditoría y de esta forma quedó registrada la consulta con el acceso personal de Serviliano. Es decir, con su tarjeta profesional. "Se solicitó en la instrucción varias declaraciones, entre ellas, la de los dos compañeros que en aquella mañana prestaron servicio conmigo y el instructor las ha negado, supongo que por considerarlas innecesarias", lamenta.
Cuando parecía que este expediente disciplinario iba a caducar por falta de pruebas, a falta de 36 horas, el agente recibió la llamada de dos compañeros para decirle que estaban esperando en la puerta de su domicilio para notificarle la sanción de 15 días de suspenso en funciones. Un castigo que recurrirá, en primer lugar, mediante un recurso de alzada al Ministerio de Defensa y, si fuera necesario, en los tribunales.
Diferentes sanciones por Puigdemont
Serviliano recuerda que no es el único efectivo del cuerpo al que se le abrió un expediente disciplinario por la consulta de la matrícula de Puigdemont. Sin embargo, ese otro compañero fue sancionado con 10 días de suspensión. Una diferencia de criterios que aún a día de hoy él no consigue explicar. Al ser preguntado por la fuga del expresidente de Cataluña, el agente se muestra cauto. "Una pregunta que difícilmente puede ser respondida con total libertad por mí, solamente me salen dos adjetivos curiosa y sorprendente", reconoce.
No es la primera vez que este funcionario se enfrenta a un expediente. Haciendo memoria en su larga trayectoria recuerda que en los cinco años que estuvo en el Ejército no recibió ninguna falta. Tampoco en sus siete primeros años en la Guardia Civil donde se le concedió alguna felicitación. "Una vez que me convierto en representante, en una primera etapa de diez años como representante de AUGC, no recuerdo la cifra exacta, pudieron ser entre 6 y 8 expedientes, aún recuerdo aquél en el que nos expedientaron a 7 compañeros por concentrarnos para protestar contra los recortes del Gobierno allá por el año 2012, fue justo el Día del Pilar", admite.

"Estuve cinco años fuera de la Junta Directiva de AUGC en Badajoz, no recibí ni un solo expediente disciplinario. Ahora que volví a la Junta Directiva, concretamente a las secretarías de Relaciones Institucionales y a la de Comunicación, recibo este, cada cuál que saque sus conclusiones", prosigue. La agonía de esta espada de Damocles por la sanción la ha vivido junto con la "preocupación normal" de toda su familia.
A pesar de todas estas circunstancias, Serviliano continuará la lucha como dirigente en Badajoz de su asociación. "En ningún momento esta sanción me hará renunciar a la lucha por las mejoras laborales en la Guardia Civil, recuerdo que estamos reconocidos por la Ley", proclama. "En situaciones como estas te acuerdas de aquéllos que siempre te animaron a defender y luchar por lo que consideras de justicia, me acuerdo de Pedro Donoso, sindicalista y compañero del Cuerpo Nacional de Policía, del Sindicato Unificado de Policía en Extremadura, fallecido hace unos años en accidente de motocicleta, persona comprometida por la lucha en las mejoras laborales y económicas y que siempre ayudó a las reivindicaciones de AUGC y del que aprendí bastante", concluye.
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