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Ministerio de Defensa

Defensa alerta del riesgo de los «problemas de cohesión territorial»

Avisa de que frenar «la construcción de narrativas para negar la realidad española» será un desafío clave.

Defensa alerta del riesgo de los «problemas de cohesión territorial»
Defensa alerta del riesgo de los «problemas de cohesión territorial»larazon

Avisa de que frenar «la construcción de narrativas para negar la realidad española» será un desafío clave.

Las Fuerzas Armadas llevan tiempo mirando al futuro y más concretamente al año 2035. Una fecha marcada como tope para actualizar toda su estructura y estar preparados para los nuevos retos y amenazas de un futuro no tan lejano en el que la tecnología será clave y en el que los conflictos no tendrán nada que ver con los actuales. En este horizonte trabaja desde hace varios años, por ejemplo, el Ejército de Tierra, con un plan para modernizar sus unidades y, sobre todo, sus materiales. Esto a nivel particular, porque el Ministerio de Defensa también se ha puesto manos a la obra y acaba de publicar el estudio «Entorno Operativo 2035», un documento prologado por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general Fernando Alejandre, en el que vaticina un «mundo complejo e incierto» con «retos multidimensionales». Sin dejar de lado los propios desafíos internos de España.

Se trata de un plan para que los Ejércitos y la Armada se adapten al «entorno operativo del futuro» y no se queden «anclados en el pasado». Una guía, en definitiva, sobre los riesgos del futuro, los ámbitos de actuación y los materiales necesarios para no quedarse atrás, como robots, exoesqueletos o armas de energía dirigida. Herramientas para hacer frente a un sinfín de escenarios, entre los que no se olvidan de los «retos de naturaleza interna», como son los «problemas de cohesión territorial» o «la construcción de narrativas para negar la realidad española», considerado por Defensa como «uno de los más importantes a los que se enfrentará España en los próximos años». Unos desafíos, destaca, que atacan «a la soberanía nacional, al ordenamiento constitucional o a la integridad territorial» de nuestro país.

El documento, de 106 páginas, arranca analizando los retos a los que se enfrentarán los militares en ese entorno 2035, el cual se caracterizará por la volatilidad, la incertidumbre y la ambigüedad. Se acabaron los patrones y las tendencias conocidas. El desafío principal será adaptarse a un mundo y a unos conflictos que cambian y mutan con rapidez. Así, hace referencia, entre otros, a los conflictos armados internacionales, en los que podrían mezclarse medios y estrategias tradicionales con otros no tan convencionales. O a los Estados fallidos que puedan surgir cerca de España, principalmente en el Sahel. Pero también alerta del aumento de las armas de destrucción masiva «gracias a la facilidad de fabricación de algunas de ellas». Esta es la parte más «tradicional» de los conflictos, puesto que el futuro que viene incluye amenazas cada vez más comunes, como las cibernéticas o las campañas de manipulación y desinformación en el ámbito cognitivo.

Es aquí, en medio de esas campañas de «fake news» y desinformación, donde las Fuerzas Armadas quieren hacer valer su labor y apuntan a la necesidad de luchar contra «las percepciones negativas de la sociedad» sobre la intervención de los militares en futuros conflictos. Por ello, consideran que la herramienta clave es fomentar la comunicación y «explicar a la ciudadanía que nuestra participación supondrá ventajas y no acarreará problemas mayores», esto es, «presentándoles los riesgos y costes de no intervenir». Una forma de demostrar que siguen siendo los encargados de «garantizarla soberanía e independencia de España y defender su integridad territorial», tal y como repite el documento en varias ocasiones.

A esos retos harán frente los militares a través de una serie de operaciones que se han estructurado en tres «contextos operativos»: Defensa, Disuasión, Vigilancia, Prevención y Respuesta; Proyección de Estabilidad en el Exterior, y Seguridad y Bienestar de los ciudadanos. Y es en este apartado en donde se trata un tipo de amenaza que no es desconocida para España: «Los problemas de cohesión territorial», a los que hace referencia en varios apartados, en clara alusión al desafío independentista catalán.

Una «vulnerabilidad» interna

De hecho, avisa de que esa «posible falta de cohesión territorial determinará muchos de los retos que, seguramente, afrontará España en el entorno de 2035, que afectarían a su seguridad interior». Es por este motivo por el que avisa de que esta «vulnerabilidad», como la califica, es un «elemento negativo interno que agravaría nuestra estabilidad y situación de inseguridad».

Y deja claro que «desde el punto de vista de los posibles retos internos a la soberanía nacional, al ordenamiento constitucional o a la integridad territorial, la construcción de narrativas para negar la realidad española es uno de los más importantes a los que se enfrentará España». Esto es, los discursos e historias inventadas o tergiversadas por el nacionalismo para alimentar aún más ese odio a España o adoctrinar.