En alerta

La Armada vigila un buque ruso y un submarino en el Mediterráneo

La Álvaro de Bazán está integrada en la agrupación permanente de la OTAN

Submarino ruso hallado en el Mediterráneo.
Submarino ruso hallado en el Mediterráneo.Emad

La fragata de la Armada Española "Álvaro de Bazán", que forma parte de la Agrupación Permanente de la OTAN nº2 (SNMG-2), ha llevado a cabo diversas tareas de vigilancia y seguimiento de unidades navales rusas en el mar Mediterráneo, en el marco de sus operaciones dentro de la Alianza Atlántica.

En concreto, la fragata española ha monitorizado al submarino ruso ‘Krasnodar’ en aguas del Mediterráneo oriental, una de las áreas de mayor tránsito y relevancia estratégica de la región. Posteriormente, la ‘Álvaro de Bazán’ ha seguido de cerca a la fragata rusa "Almirante Golovko", y más recientemente, ha realizado el seguimiento de la "Almirante Grigorovich", otra unidad rusa en la misma zona.

Operación "Noble Shield" y presencia aliada

El despliegue de la "Álvaro de Bazán" forma parte de la misión en la que participa la SNMG-2 bajo la operación aliada “Noble Shield”. Esta operación tiene como objetivo mantener una presencia naval permanente en el Mediterráneo, además de realizar ejercicios y actividades de adiestramiento enfocados a mejorar la interoperabilidad entre las marinas de los países miembros de la OTAN.

Las Agrupaciones Navales Permanentes de la OTAN (SNF), que incluyen dos grupos de escoltas (SNMG) y dos grupos de cazaminas (SNMCMG), tienen la misión de proporcionar una presencia marítima constante a la Alianza. La SNMG-2, en particular, está destinada a mantener una capacidad de despliegue rápido y apoyo a operaciones de defensa colectiva.

La "Álvaro de Bazán" también forma parte de la Fuerza Marítima de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN (VJTF-M), un componente clave para las operaciones de respuesta rápida y disuasión en el marco de la operación “Noble Shield”.

Refuerzo del compromiso de España con la OTAN

Este seguimiento de unidades rusas en el Mediterráneo refuerza el compromiso de la Armada Española con la Alianza Atlántica y con la seguridad colectiva de los países miembros de la OTAN. A través de estas operaciones, España apoya los esfuerzos de disuasión y defensa en el mar, subrayando su rol activo en la defensa de la seguridad europea y la estabilidad regional.

La monitorización constante de actividades de unidades navales rusas se enmarca en el esfuerzo de la OTAN por garantizar el control de las rutas marítimas y responder a cualquier amenaza potencial en la región del Mediterráneo.