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El congreso del PP en Pleno decidirá sobre las primarias

Cifuentes tendrá que defender su enmienda ante los compromisarios si antes no hay acuerdo

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ayer en una entrevista en Antena 3
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ayer en una entrevista en Antena 3larazon

Cifuentes tendrá que defender su enmienda ante los compromisarios si antes no hay acuerdo

La dirección nacional del PP ha decidido llevar el debate de la ponencia de Estatutos directamente al Plenario del Congreso Nacional de febrero, sin pasar por comisión. Así lo establece la comunicación que Organización ha hecho llegar a los más de 3.000 compromisarios que participarán en el cónclave. Las ponencias en este tipo de congresos se discuten en comisión, donde se debaten y se estudian las enmiendas, antes de ser refrendadas por el Pleno, ya como mero trámite. Esta vez el congreso en Pleno será el que decidirá sobre las cuestiones más trascendentales, la posición política y el reglamento que regirá la vida del partido en los próximos años, y donde hay cuestiones abiertas tan delicadas como el debate sobre las primarias que ha planteado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Si no hay un acuerdo previo sobre una enmienda transaccional, Cifuentes tendrá que defender esta enmienda ante todos los compromisarios.

Esta decisión ha sorprendido internamente porque en lo que señala la memoria histórica del partido lo habitual es que la ponencia de Estatutos pase también por comisión, como el resto de documentos políticos o económicos del cónclave. En cada comisión se apuntan aquellos compromisarios que quieren, pero si sobran el comité organizador los reasigna. Es el mecanismo por el que la dirección nacional se ha garantizado siempre una proporcionalidad más ajustada a sus propios intereses, una trampa bajo cuerda que se ha utilizado en otros cónclaves.

El debate político y de Estatutos es el primero de la agenda del congreso, y marcará, por tanto, los titulares del viernes por la tarde. En el procedimiento habitual las enmiendas rechazadas en comisión pueden pasar al Pleno si tienen un mínimo de votos, pero lo normal es que no llegue ninguna. Ahí es donde se mide la eficacia del coordinador de esa ponencia y en el aparato del partido siempre se busca la fórmula para conseguir que el Pleno sea una balsa de aceite, ya que es donde están colocados todos los focos informativos. Con las discusiones ya cerradas, y después de pasar por comisión, en el Pleno se hace una votación única de la ponencia con las rectificaciones aprobadas en comisión.

En Génova, medidas las fuerzas, están convencidos de que si la enmienda del PP de Madrid llega viva, tal cual está planteada, al Pleno del Congreso, será rechazada por la mayoría de los compromisarios. La falta de apoyos orgánicos ya se ha puesto de manifiesto en estos días, y pese a que haya sido refrendada por unanimidad por la dirección del PP madrileño, tampoco genera unidad total dentro de esta organización regional. La dirección nacional confía absolutamente en que la mayoría estará con el sistema de doble vuelta incorporado a los nuevos Estatutos, y que prevé una participación de los afiliados en primera vuelta, y una vez conseguido un determinado porcentaje, una segunda votación para la Presidencia del partido, pero sólo de los compromisarios.

Aunque en el PP de Madrid preveían más adhesiones a su propuesta, entre ellas la del Partido Popular valenciano, lo cierto es que no ha habido nadie más que haya dado un paso al frente en esta dirección. Al contrario, se han puesto del lado del proceso planteado por Génova. Habrá que ver qué movimientos hace la presidenta de la gestora del PP de Madrid, Cristina Cifuentes, pero al menos a día de hoy desde Génova insisten en que su propuesta es buena, es la más eficaz y la que cuenta con el mayor apoyo interno. No plantean, por tanto, entrar en negociaciones que supongan revisar el sistema de la doble vuelta.