Primarias en el PSOE

El Grupo Socialista, a la espera de que se resuelva la sustitución de Antonio Hernando

Los partidarios de Sánchez, divididos entre los que defienden un nombramiento provisional y los que apuestan por uno definitivo

Antonio Hernando, en el Congreso de los Diputados
Antonio Hernando, en el Congreso de los Diputadoslarazon

El Grupo Socialista del Congreso está a la espera de que el secretario general electo, Pedro Sánchez, y el presidente de la gestora, Javier Fernández, mantengan una conversación para cubrir la vacante de Antonio Hernando

El Grupo Socialista del Congreso está a la espera de que el secretario general electo del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente de la gestora que aún dirige el partido, Javier Fernández, mantengan una conversación para cubrir la vacante que Antonio Hernando dejó el pasado domingo al anunciar su dimisión como portavoz.

Según los Estatutos del partido, la encargada de proponer el nombre de los portavoces socialista en las Cortes Generales y sus respectivos equipos es la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, pero éste órgano no será elegido hasta el congreso de mediados de junio. Hasta entonces los poderes ejecutivos los seguirá teniendo la gestora que preside Fernández, de acuerdo, eso sí, con el nuevo líder.

A la espera de que se produzca esa conversación, la dirección del grupo en el Congreso, compuesta por un secretario general y cinco portavoces adjuntos, es la que se está ocupando del día a día en la Cámara, si bien, como aún no tiene sustituto, la presidenta de la Cámara, Ana Pastor, se ha puesto en contacto este martes con el dimitido Hernando, para comunicarle la admisión a trámite de la moción de censura contra Rajoy registrada por Unidos Podemos.

La Junta de Portavoces no tiene previsto reunirse hasta el próximo lunes y, aunque a esa cita podrían acudir los portavoces adjuntos, se espera que para entonces ya se haya designado a la persona que relevará al portavoz dimitido.

Tras la dimisión de Hernando, las labores de portavoz corresponderían al secretario general del Grupo Socialista, el malagueño Miguel Angel Heredia, afín a Susana Díaz, y que se ha puesto a disposición del nuevo secretario general.

Pero se da por hecho que no será el sustituto, entre otras cosas porque antes de las primarias los 'sanchistas' pidieron su dimisión como secretario general por unas grabaciones en las que aseguraba que Sánchez había llegado a un pacto con los independentistas para ser investido presidente del Gobierno y descalificaba a algunas compañeras de bancada.

Además del nombre del sustituto, que formalmente tendría que proponer la gestora, Sánchez debe decidir si apuesta por una solución provisional o nombra ya a la persona que ocupará la Portavocía de forma definitiva, sin esperar al Congreso Federal de junio.

Entre los colaboradores de Sánchez consultados por Europa Press hay división de opiniones al respecto. Mientras algunos consideran que bastaría con nombrar a un portavoz interino, otros son partidarios de que se elija no sólo al sucesor definitivo de Hernando, sino al resto de la nueva dirección del grupo.

Entre los que defienden una solución temporal están diputadas como Susana Sumelzo o Zaida Cantera, que han apostado públicamente por delegar esa labor en la portavoz adjunta Isabel Rodríguez, que apoyó a Susana Díaz.

Si se piensa en adelantar un nombramiento definitivo, todas las miradas apuntan a los dos coordinadores de campaña de Sánchez, el diputado valenciano José Luis Abalos, que ahora es portavoz adjunto, y a la asturiana Adriana Lastra, que ya formó parte de la Ejecutiva de Sánchez.

En principio, Abalos tiene un perfil más orgánico --ha tenido varios cargos en el partido en Valencia y ahora es secretario general de su provincial--, pero en su entorno aseguran que aceptaría la portavocía parlamentaria, si bien Sánchez podría reservarlo para su Ejecutiva.

Eso sí, si se opta por un nuevo portavoz titular, las normas internas obligan a que su elección sea refrendada por el Plenario del Grupo Socialista, que hasta el día 21 tenía una clara mayoría de diputados 'susanistas', lo que obligaría a Pedro Sánchez a elegir una persona sin excesivas aristas y que pueda ser aceptada por los parlamentarios para evitar una crisis interna a las puertas del congreso federal.

Ep