Crisis en el PSOE

El PSC participará en la elección del secretario general del PSOE

La gestora cede pero quiere un registro previo de votantes catalanes para controlar el censo

Pedro Sánchez publicó ayer en su cuenta de Twitter una foto tras hacer deporte, en la que afirmaba que «pocas cosas hacen sentir tan bien y con las pilas tan cargadas como correr por las mañanas»
Pedro Sánchez publicó ayer en su cuenta de Twitter una foto tras hacer deporte, en la que afirmaba que «pocas cosas hacen sentir tan bien y con las pilas tan cargadas como correr por las mañanas»larazon

La gestora cede pero quiere un registro previo de votantes catalanes para controlar el censo.

Los miembros del Comité Federal del PSOE que son militantes del PSC se reunieron en Barcelona para dar luz verde al nombramiento de Teresa Cunillera como miembro de la Comisión Gestora, a propuesta del Primer Secretario, Miquel Iceta. Cuando el máximo órgano del PSOE se formó tras la destitución de Pedro Sánchez en el mes de octubre, Iceta y el presidente de la gestora, Javier Fernández, ya llegaron al acuerdo de que Cunillera entrara en la comisión gestora del PSOE, pero al final éste no se materializó por dos razones. Que el PSC estaba en un proceso congresual y que las relaciones entre los socialistas españoles y catalanes estaban en una fase de descomposición que hacía temer una ruptura.

Han pasado casi cuatro meses y las aguas parecen que vuelven a su cauce, por lo que las puertas de la gestora se han abierto al PSC que tenía su puesto vacante y no cubierto por Javier Fernández. «Estamos en la gestora para trabajar», afirman fuentes de la dirección del PSC que reafirman su «neutralidad» en el proceso congresual del PSOE tal y como Iceta trasladó al propio Fernández y a la secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz.

«Podemos tener diferencias pero somos hermanos», ha dicho a LA RAZÓN Teresa Cunillera, que mañana asistirá por vez primera a la reunión de la gestora. Por la tarde, Cunillera acudirá a la presentación de «El Socialista», el órgano de expresión del PSOE que volverá a editarse después de un tiempo enmudecido. Para Cunillera su presencia es el ejemplo más claro de «la normalización de las relaciones», porque los socialistas catalanes «queremos estar junto al PSOE porque compartirmos un proyecto para España y para Cataluña».

El viernes se reunirá la Comisión que analiza cuál será el nuevo marco de relaciones entre el PSOE y el PSC. Según fuentes socialistas catalanas, «todavía no tenemos un documento escrito por parte de la delegación de la gestora», y acudiremos a la reunión «más con la voluntad de escuchar que de hablar». Según ha podido saber este periódico, el PSC participará en el proceso de elección del secretario general del PSOE, aunque es posible que se plantee la posibilidad de que los «militantes del PSC que quieran votar en el proceso del PSOE tengan que registrarse para ejercer su derecho a voto», apuntan fuentes conocedoras de las conversaciones. Todo ello con el objetivo de que la secretaría de organización del PSOE tenga el control del censo de votantes del PSC. Lo que también parece claro, según estas fuentes, es que el PSOE no planteará la «doble militancia de los afiliados del PSC», ante el claro rechazo de la misma.

Todo apunta que el viernes se empezarán a cerrar las heridas tras el Comité Federal del 1 de octubre. El presidente manchego, Emiliano García Page, apuntó ayer desde Bruselas que la relación del PSOE con el PSC «es determinante» tanto para Cataluña como para el «metabolismo» del partido y para España y ha confiado en que habrá «aproximaciones y consensos».

Por su parte, Patxi López ha marcado distancias con los ponentes del Congreso Federal, cargando sobre todo las tintas en las declaraciones de José Carlos Díez, el responsable del programa económico. El ex lendakari, que participará el viernes en un acto en Madrid con la presencia de Sara Hernández –uno de los apoyos más decididos a Pedro Sánchez–, ha insistido en su intención de llegar hasta el final: «Quien me conozca sabrá que no juego a experimentos», y también ha defendido la normalización de relaciones con el PSC porque de producirse la separación de los socialistas catalanes se estaría dando «un mensaje francamente preocupante» al dar a entender que en el PSOE «no tiene cabida el PSC», lo que se podría extrapolar a que no hay proyecto para que los catalanes estén dentro de España.