El PSOE sopesa un pacto para llegar a Moncloa sin ser el partido más votado

La partida de ajedrez ya ha comenzado entre los partidos políticos de cara a las elecciones generales que se celebrarán en noviembre. Podemos ha sido el primero en mover figura con un órdago al PSOE planteando un pacto entre ambas formaciones para conseguir su entrada en La Moncloa, y la respuesta no se ha hecho esperar: ayer el portavoz del PSOE en el Senado, Óscar López, aseguró durante una entrevista a Europa Press que los socialistas contemplan un escenario de acuerdos postelectorales porque «los ciudadanos nos piden que haya acuerdos entre las fuerzas políticas». Aunque no señaló directamente a ningún partido, sí criticó la «táctica del PP de deslegitimar los pactos cuando ellos han tenido que recurrir a ellos en muchas comunidades», y en cambio aseguró compartir con la formación de Pablo Iglesias «una visión de una cierta denuncia social». Señaló que los pactos los alcanzarían sin ser la lista más votada, porque recordó que el sistema de España es parlamentario y abogó por «saber interpretar el resultado en las urnas».

Estas declaraciones se contextualizan en dos situaciones: el descenso que las encuestas dan a Podemos y el ascenso que pronostican al PP.

En el último barómetro del CIS el bipartidismo salió reforzado, concretamente el PP, que consiguió una intención de voto del 28,2%, dos puntos más que a principios de mayo –antes de los comicios autonómicos y municipales–, seguido del PSOE, que alcanzó el 24,9%, subiendo seis décimas. Las formaciones emergentes, por el contrario, descendieron varios escalones. Centrándonos en Podemos, una de las lecturas para explicar la bajada es la política de pactos que ha llevado a cabo con formaciones a las que anteriormente tildaba despectivamente de «casta», como los que ha alcanzado con el PSOE en el ayuntamiento de Madrid o en Castilla-La Mancha. Pero la pérdida de ocho puntos que pronostica el sondeo ha supuesto que el partido se plantee explorar otras vías alternativas si «el cambio» no arrastra a la mayoría esperada. Sobre todo teniendo en cuenta que las encuestas reflejan que la coalición más aceptada por los ciudadanos se da entre PSOE y Podemos. «Si el PSOE decide concurrir a la senda del cambio político, podría haber entendimiento siempre y cuando dicho cambio no sea un maquillaje de lo que ya existe». Así, todo apunta a que el escenario de pactos se esté fraguando como frente a un PP que en las elecciones de mayo resultó ser la fuerza más votada pero que no pudo gobernar en la mayoría de las regiones por no obtener la mayoría absoluta. Por el contrario, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya dejó claro tras la reunión con Felipe VI en Marivent que sistema que realmente «garantiza el progreso» es el bipartidista, poniendo como ejemplo a países como Estados Unidos, Inglaterra o Alemania.

Los socialistas saben que tras los resultados de los comicios de mayo y los pactos sellados con la formación de Iglesias el PSOE ha perdido la hegemonía de la izquierda. Pese a ello, López se mostró ayer muy positivo con las opciones de Pedro Sánchez en las próximas elecciones: «Es el líder mejor valorado y el candidato preferido para ser presidente del Gobierno». Y recomendó ser «comprensivos» con el trabajo de las encuestas: «Estamos en un momento muy difícil para interpretar los datos porque partidos como Podemos o Ciudadanos aún no tienen recuerdo de voto con el que hacer estimaciones con vistas a las generales. Ahora no es fácil hacer encuestas».