Presidencia del Gobierno

El Rey vuelve a la «normalidad»

Cierra el capítulo del bloqueo con la satisfacción de haber cumplido su papel y recuperará el «grueso» de su agenda exterior a partir de enero.

El Rey vuelve a la «normalidad»
El Rey vuelve a la «normalidad»larazon

Cierra el capítulo del bloqueo con la satisfacción de haber cumplido su papel y recuperará el «grueso» de su agenda exterior a partir de enero.

Se abre un periodo nuevo para Felipe VI. Su rúbrica en el Real Decreto del nombramiento de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno será el «sello» definitivo de que España ha salido de un bloqueo político que ha estado a punto de cumplir el año sin gobierno, siendo el cuarto país del mundo que más tiempo ha durado sin Ejecutivo. Fuentes cercanas al Rey afirman que tras la investidura la agenda de los Reyes volverá a la «normalidad», y que el «grueso» de la proyección exterior de ambos comenzará a partir de enero: Doña Letizia también ha pospuesto sus compromisos internacionales en materia de cooperación debido al bloqueo.

En este tiempo, Felipe VI ha propuesto tres veces candidato –con una declinación incluida– y ha vivido dos investiduras fallidas en una situación inédita en la historia de la democracia y que ha tenido que asumir como máximo representante de los españoles a dos años y medio de su proclamación. El relevo en la Corona suponía para la Institución una oportunidad para levantar una imagen deteriorada mediante su proyección en el exterior y conexión con la sociedad, pero en cambio la agenda del Rey ha estado pendiente del calendario político con la cancelación de dos viajes de Estado a Reino Unido y Japón, uno empresarial a Arabia Saudí, y su asistencia a dos eventos importantes para el país, como la inauguración del canal de Panamá o los Juegos Olímpicos. La hoja de ruta del Jefe del Estado, con la Constitución española por bandera, ha sido cumplir con las funciones que reserva para él la Carta Magna desde un aspecto tan neutral y riguroso que hasta ha resultado arriesgado, en el sentido de que, ante el callejón sin salida en el que se encontraba el país, distintas voces comenzaron a cuestionarse si el Monarca no podría haber hecho algo más, lo que comúnmente se conoce como «borbonear». Estas consideraciones eran facilitadas por la ambigüedad de las funciones del Rey en la Constitución. Opiniones aparte, para la Casa del Rey era fundamental hacer un «currículum» intachable en el «debut» de Felipe VI y demostrar que el bloqueo es político, pero no institucional, de ahí su continua insistencia en la frase: «el Rey no hace política». Sus únicas licencias las hemos visto a través de iniciativas como la del anterior comunicado en el que aplazaba la convocatoria de las consultas tras el 26–J y recordó a la clase política su misión de «tomar las mejores decisiones que resuelvan los problemas de los ciudadanos».