Terrorismo

Un etarra imputado por el asesinato del juez Querol se opone a que siga la investigación porque le "perjudica"

La defensa de Aier Goitia considera que prorrogarla seis meses más acarrea una "dilación excesiva" del procedimiento

Al menos treinta personas han resultado heridas leves y otras tres graves tras la explosión de un coche en la avenida de Badajoz de Madrid, en el que además han fallecido calcinados el magistrado del Supremo Francisco Querol, su chófer y su guardaespaldas.
Agentes inspeccionan el lugar del atentado contra el magistrado José Francisco QuerolLUIS ALVAREZAgencia EFE

El supuesto exintegrante del "comando Buru Hauste" de ETA Oier Goitia no quiere que el juez continúe investigando seis meses más por el asesinato del magistrado del Tribunal Supremo José Francisco Querol el 30 de octubre de 2000 -un atentado en el que también perdieron la vida su escolta y su chófer, además de un conductor de autobús de la EMT-. la defensa de Goitia, imputado en la causa junto a otros siete etarras -Ana Belén Egüés, Gorka Palacios, Juan Luis Rubenach, Iván Apaolaza, Javier García Gaztelu «Txapote», Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Múgica (la mayoría exdirigentes de la banda terrorista)- considera que la prórroga "no resulta necesaria para completar la instrucción".

En el escrito -al que ha tenido acceso LA RAZÓN- remitido el pasado lunes al magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, instructor de la causa, su abogada mantiene que seguir adelante con la investigación es "perjudicial para los encausados por la dilación excesiva" que esa prórroga "supondría dado el estado del procedimiento".

La letrada Amaia Izco recuerda que la investigación se centra en "unos hechos ocurridos hace 20 años" y que "ya se ha tomado declaración como investigados a todas las personas que se ha considerado pertinente". Además, añade, las partes "han solicitado ya la práctica de todas las diligencias de prueba que han estimado convenientes, habiéndose acordado las mismas por el juzgado".

Para la defensa del etarra, el hecho de que el resultado de alguna de esas diligencias esté aún pendiente, "no justifica una nueva prórroga del plazo de instrucción", por lo que se opone a la medida, instando al instructor a que "la continuación de la tramitación del procedimiento y la pronta conclusión del sumario".

Negó pertenecer al "comando Buru Hauste"

Goitia -el único de los etarras imputados por este atentado que se encuentra en libertad- admitió a Pedraz el pasado marzo en su declaración por videoconferencia que formó parte de ETA y explico que fue captado mientras estudiaba en la Universidad de Barcelona. Según su versión, colaboró con la banda terrorista entre marzo y diciembre de 2000. Se encargaba de gestionar un piso franco del "comando Buru Hauste" en Salamanca, con quien se relacionaba a través de Rubenach. Pero negó que formara parte del "comando" e insistió en que no tuvo conocimiento de la existencia de ningún plan para atentar contra Querol.

Goitia -que fue condenado por depósitos de explosivos y se encuentra en libertad desde junio de 2020- afirmó que acudía cada cierto tiempo a Salamanca desde Barcelona para mantener la apariencia de que el piso estaba ocupado y no levantar sospechas. El etarra negó que preparara la bomba lapa que se utilizó para asesinar al magistrado del Tribunal Supremo -de hecho recalcó que jamás vio explosivos en la vivienda- y que manipulara las matrículas falsas que se usaron en el atentado.

Fiscalía, Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), Dignidad y Justicia y la acusación que ejerce la hija de Querol pidieron al juez Pedraz tras esa declaración que retirase el pasaporte a Goitia y le prohibiese salir de España, obligándole a comparecer en el juzgado de forma periódica para evitar el riesgo de fuga. Pero el magistrado -que admitió en diciembre de 2021 una querella de DyJ contra diez exdirigentes de ETA por este atentado- solo le requirió un domicilio y un número de teléfono para estar localizado, una decisión que fue recurrida ante la Sala por el Ministerio Público.

Uno de los 379 asesinatos de ETA sin resolver

La investigación de este asesinato -uno de los 379 crímenes de ETA que siguen sin resolverse- recibió un espaldarazo tras la identificación de las huellas y restos de ADN hallados en un piso franco en Merignac (Francia) que ETA utilizó hasta junio de 2008, 89 huellas que las autoridades francesas remitieron a la Audiencia Nacional en 2011 y de las que finalmente pudieron identificarse 37.

En esa vivienda la Gendarmería francesa se incautó de un plano de Madrid con anotaciones de posibles objetivos del "comando Buru Hauste", entre los que figuraba el atentado contra Querol. En ese mapa -que señalaba cinco atentados cometidos entre agosto de 2000 y noviembre de 2001- los agentes identificaron cuatro huellas dactilares del ex jefe "militar" de ETA Aitzol Iriondo y otras dos del etarra Joseba Troitiño, condenado por la campaña de verano etarra en la costa levantina en 2003, y que se encuentran en la actualidad en prisión (Iriondo en la cárcel francesa de Lannemezan).