
Investigación
El exjefe de la UDEF marcó una cantidad "ingente" de contenedores para los narcos
LA RAZÓN accede a los informes sobre el inspector jefe que tenía millones emparedados en su casa de Villalbilla (Madrid)

El negocio le salió redondo durante años con unos beneficios millonarios. El exjefe de la UDEF de Madrid Óscar Sánchez Gil había articulado un mecanismo para favorecer a sus socios en el negocio del narcotráfico. El truco estaba en marcar muchos contenedores con droga para así conocer y entorpecer si los miembros de su organización estaban siendo investigados por otros cuerpos policiales, según uno de los informes del caso al que ha tenido acceso LA RAZÓN.
El juez Francisco de Jorge de la Audiencia Nacional levantó parte del secreto del sumario de esta investigación que ha sido durante años un quebradero de cabeza para los agentes de la UDYCO Central y de Asuntos Internos de la Policía Nacional. La mayoría de las actuaciones aún se encuentran secretas ya que faltan investigados por detener y otros consiguieron fugarse de España.
Óscar Sánchez y su mujer Noelia, también componente del Cuerpo en Alcalá de Henares, permanecen en prisión provisional desde que fueron arrestados. Los intentos para que colaborara con la justicia han sido infructuosos. Su esposa se ha desmarcado de la trama aunque las pruebas recogidas indican lo contrario ya que presuntamente se lucró de las actividades de su marido.
Los informes de las actuaciones remarcan que este mando de la Policía Nacional tenía funciones específicas dentro de la organización criminal. Su relevancia era fundamental por tener la categoría de inspector jefe y estar al mando de una Sección de la que "dependen jerárquicamente tres Grupos operativos de la Brigada de Policía Judicial de Madrid".
Marcaba la información en la base de datos policial
El mecanismo ideado por Óscar Sánchez era el siguiente: introducía numerosos datos en los sistemas de inteligencia y coordinación policial a fin de "conocer si esos datos están siendo objeto de investigación por otras unidades". En concreto se desenvolvía en el denominado fichero del Grupo de Análisis y Tratamiento de Información (GATI). Esta base de datos permite a los agentes ahondar en las organizaciones criminales.
Con estos movimientos, el mando policial que está preso tenía controlados los pasos de sus compañeros de la propia Policía Nacional, de la Guardia Civil y de la Dirección Adjunta de Vigilancia aduanera. "El inspector jefe (o los grupos bajo su mando) introducen múltiples datos en los sistemas de coordinación policial", remarca el informe.

La información que proporcionaba al sistema eran sobre personas físicas investigadas, empresas o números de teléfono. Todas ellas estaban relacionadas con miembros de su organización criminal que están en el foco ahora de las diligencias. Muchos de ellos ahora se encuentran presos por su participación en la causa que lleva la Audiencia Nacional.
Una de las cosas que más llamó a los agentes de la Policía Nacional es la "ingente cantidad de numeraciones de contenedores investigados" que marcó en el sistema, especialmente los de una sociedad que propició la explotación de las pesquisas. Esta empresa fue la que figuraba como propietaria del contendedor donde se localizó el mayor alijo de cocaína de España en Algeciras. Fueron 13 toneladas de drogas las que se incautaron.
Entorpecer las investigaciones
Este sistema no tenía fisuras para Óscar y los narcos para los que trabajaba. Y es que si otra "unidad policial investigara a esta organización criminal, daría necesariamente de alta en los sistemas de coordinación los datos de los investigados, hecho que produciría cruces o conexiones, es decir , permitiría al inspector jefe investigado coordinarse" con los otros equipos.
"Conocer la existencia y alcance de esa otra investigación para, en su caso, tratar de entorpecer o frenar la misma y/o alertar al resto de la organización informándoles de que están siendo objeto de una investigación policial", remarca el escrito al que ha tenido acceso LA RAZÓN. Una práctica que se llevaba realizando al menos desde el año 2021.

El sumario del caso recoge vigilancias y escuchas por parte de los agentes de la UDYCO y de Asuntos Internos. También conversaciones a través de plataformas de mensajería encriptadas del mando policial con Ignacio Torán, uno de sus antiguos confidentes que pasó con el tiempo a ser su socio en el negocio del narcotráfico.
La organización criminal obtenía de sus negocios "decenas de millones de euros". El jefe de toda la trama, según las investigaciones que ha desarrollado la Policía Nacional, sería Torán, que se encuentra en prisión provisional por este asunto.
El exjefe de la UDEF proporcionaba "impunidad"
Los narcos utilizaban, en diversas fechas, varias sociedades "siempre con la colaboración" del exjefe de la UDEF de Madrid para "asegurar su impunidad". La organización consiguió "introducir en España contenedores cargados de cocaína".
El socio del inspector jefe utilizó múltiples mercantiles de las que él era el verdadero propietario y la persona que tomaba las decisiones para blanquear las cuantiosas ganancias de su actividad de importación de droga. Estas sociedades son: la Asesoría de Reputación Corporativa, Top Life Real State, La Suerte de Atocha, Leihwagen y Marbella Land. Los agentes han podido localizar "bienes por valor de decenas de millones de euros en distintos países".
"Óscar Sánchez, inspector jefe de Policía Nacional, se encargaba de asegurar la impunidad, desviando las investigaciones o asegurando que los contenedores en los que viajaba la droga no eran objeto de investigación policial, cobrando por ello de Ignacio Torán cantidades millonarias", afirma uno de los autos emitidos por la Audiencia Nacional.
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