Hay matices y también exigencias, pero se ha abierto una vía de diálogo y de negociación entre el Gobierno y el PP para hacer frente a la guerra comercial impuesta por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El PP envió este lunes al Ministerio de Economía su plan de choque contra la política arancelaria con el objetivo de que el Gobierno incluya estas «mejoras» en el real decreto que aprobará hoy el Consejo de Ministros que prevé la inyección de 14.100 millones de euros para mitigar los efectos del ataque arancelario de la administración estadounidense. Un paquete de medidas que llegó este lunes a la tarde a Moncloa después de que el Gobierno compartiera con el PP el domingo de madrugada el borrador de las medidas. Más allá del intercambio de documentos, ha habido contactos en las últimas horas entre el departamento económico del PP y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.

El PP detecta así un gesto por parte de Sánchez y es por eso que le tiende la mano e incluso, destila, cierto ambiente de confianza. En el PP entienden que a la guerra arancelaria hay que responder «con unidad», desde la «firmeza, diplomacia e inteligencia». Y con estas condiciones se abren a la negociación. No habrá, sin embargo, un «cheque en blanco».

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, fue el que escenificó este lunes ese espacio para el entendimiento al reconocer que hay «elementos acertados» en la propuesta del Ejecutivo, aunque destacando también sus carencias en materia fiscal. «Es todavía embrionario», se quejó. Prometió el respaldo de su partido, siempre que se trate la crisis como una «cuestión de Estado». Entonces, confirmó, el PP «estará al servicio de la nación, sin sumisiones a minorías sin actuar como sucursales de países extranjeros, y al servicio exclusivo de España», advirtió el líder de la oposición tras reunirse con 47 empresarios. En cuanto al decreto del Gobierno, Feijóo censura que se trate de una «respuesta temporal» y critica la falta de transparencia sobre la ejecución de los 14.100 millones. «Debemos dar respuestas estructurales», exigió.

Junto a los sectores afectados y a sus comunidades autónomas, Feijóo armó su propuesta para resolver la crisis comercial. Se trata de una veintena de propuestas que parten de la premisa de que el proteccionismo no puede encararse «con más proteccionismo», sino desde la libertad económica y comercial. Las cuatro primeras medidas tienen que ver con el ámbito comunitario. Exigen a la UE la creación de un fondo económico, la simplificación de trabas burocráticas, el impulso de nuevos mercados, así como la bajada de cotizaciones y el aumento de incentivos fiscales para los sectores afectados.

Las medidas que afectan al ámbito nacional –seis– tienen que ver con la exigencia de un plan conjunto entre el Gobierno y las comunidades para reforzar las políticas aduaneras y la vigilancia del mercado. El PP también pide fomentar las ayudas del Plan Moves con el objetivo de que lleguen a quienes no pueden comprarse un coche eléctrico. Además, los populares instan al Gobierno a contar con las comunidades para que los fondos reasignados de los Next Generation lleguen a los sectores afectados. Feijóo exige un fondo específico español a disposición de las empresas afectadas, así como un mecanismo de asignación de ayudas flexibles para que los afectados acudan a él.

El decálogo de medidas también incluye la elaboración de un Plan de Competitividad industrial. Ello pasaría por la ampliación de la vida útil de las nucleares (cifran en 2.200 millones el coste para las industrias). También proponen la eliminación del impuesto sobre el valor de la producción de la energía eléctrica con el objetivo de reducir los precios finales en los mercados mayoristas. Por otro lado, el PP detalla infraestructuras hidráulicas para asegurar la disponibilidad del agua. Por último, Feijóo reitera su exigencia de revisar las «97 subidas de impuestos» y reclama incentivos fiscales a través de la ley de Fiscalidad Agraria y la rebaja el IRPF, entre otras.