Memoria 2022

La Fiscalía asume la "casi imposible condena" de las loas a ETA

Constata que la disolución de la banda terrorista "complica" la persecución penal de los enaltecimientos

Manifestación convocada por la red de apoyo a los presos de ETA Sare ue ha recorrido las calles de Bilbao en el Día Grande de las fiestas de la capital vizcaína este viernes.
Manifestación convocada por la red de apoyo a los presos de ETA Sare ue ha recorrido las calles de Bilbao en el Día Grande de las fiestas de la capital vizcaína este viernes. Javier ZorrillaAgencia EFE

La Fiscalía de la Audiencia Nacional constata en su Memoria de 2022 que la disolución de ETA «complica» las condenas por enaltecimiento del terrorismo, hasta el punto de que este se ha convertido en un delito «de casi imposible condena». El año pasado se contabilizaron trece actos de esta naturaleza.

Y es que la jurisprudencia ha reiterado la necesidad de que la exaltación de la banda terrorista o las loas a sus integrantes (que normalmente se plasman en los ongi etorris a los presos de ETA que salen de prisión) supongan un riesgo, aunque sea abstracto, de «la comisión de ilícitos penales a consecuencia de la acción enaltecedora» (la comisión de atentados terroristas). Algo que tras la «disolución y desarticulación» de la organización terrorista, señala, los jueces no aprecian.

Así consta en la Memoria de la Fiscalía, que señala que el terrorismo representa un 34,98% de todas las diligencias previas incoadas por el Ministerio Público en la Audiencia Nacional (163 de 466), un porcentaje ligeramente superior al del año 2021 (31,86 por ciento). De esas 163 diligencias, la gran mayoría (132, un 80,98%) corresponden al terrorismo yihadista, muy por encima de las 23 relacionadas con ETA (varias de ellas a consecuencia de las causas abiertas a los exjefes de la banda terrorista por su supuesta responsabilidad en los asesinatos cometidos cuando formaban parte de la cúpula de ETA).

La amenaza de los colectivos juveniles

Tras la disolución de la organización criminal, la Fiscalía apunta que la principal amenaza la constituyen «los distintos colectivos, plataformas y grupos que conforman el entramado del independentismo radical vasco, siendo especialmente activos aquellos vinculados a los colectivos juveniles».

Su principal referente es el Movimiento pro-Amnistía y contra la Represión-Amnistía ta Askatasuna (ATA), que reivindica «la amnistía sin condiciones para todos los presos de ETA» y el regreso de los «refugiados»

Según la Fiscalía, su capacidad operativa y de movilización es reducida (apenas se contabilizaron ocho actos el pasado año), pues «no poseen una estructura organizativa estable», carecen de infraestructuras propias y su sistema de financiación «es bastante precario».

"Ongi etorri"

Respecto a los actos de recibimientos a presos de ETA («ongi etorri»), la Fiscalía destaca como el más significativo el celebrado el 13 de marzo del pasado año en el frontón público de Berango (Vizcaya) –que fue convocado por organizaciones de la izquierda radical independentista vasca disidentes con la izquierda abertzale–.

En total, el departamento que dirige Jesús Alonso contabilizó 31 actos violentos del entorno de ETA (con 55 detenidos) como agresiones contra agentes de las Fuerzas de Seguridad, desórdenes públicos, quema de banderas y hasta la colocación de un artefacto explosivo en una casa cuartel de la Guardia Civil.

En cuanto al terrorismo yihadista, en 2022 se llevaron a cabo 17 operaciones policiales que se saldaron con 36 detenidos (la mayoría en Cataluña, Madrid y Valencia). La Fiscalía constata que predominan las redes logísticas de apoyo (sobre todo a Daesh), financiación y captación, adoctrinamiento y reclutamiento. Aunque estas redes no constituían una amenaza «inminente», su nivel de radicalización «las hacía susceptibles de tornarse, en un momento determinado, en operativas» o en situación de prestar apoyo logístico a una potencial acción terrorista.