"Extrema gravedad"

El presidente del Supremo culpa a los políticos del "desolador" estado del tribunal

Francisco Marín considera que la falta de acuerdo para renovar el CGPJ aboca al TS a una situación "casi de respiración asistida"

El presidente interino del Tribunal Supremo (TS) ha apremiado a PSOE y PP a afrontar "con urgencia" la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ante lo que ha calificado como "desolador" estado del alto tribunal, que en una dura metáfora ha situado en una situación de "casi respiración asistida" por la acumulación, 23 ya, de plazas vacantes sin cubrir.

El magistrado Francisco Marín, que asumió el cargo hace casi un año tras la dimisión de Carlos Lesmes ante la parálisis política para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) -que cumplirá cinco años en funciones el próximo diciembre-, ha asegurado en el solemne acto de apertura del Año Judicial, presidido por Felipe VI, que el impacto de esta situación en el Estado de Derecho es "de extrema gravedad".

En un acto al que ha asistido, entre otros, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, Marín ha apostado por pasar cuanto antes "esta oscura página de nuestra historia" y ha hecho un llamamiento a "los grandes políticos" para que superen "los tribalismos" y hagan gala de una más necesaria que nunca "visión de Estado".

Si el CGPJ, ha afirmado, "tiene como misión fundamental velar por la independencia judicial, no proceder a su renovación en tiempo y forma no deja de ser una manera de cercenar la plenitud de esa independencia", al igual que -ha recalcado "mantener al más alto tribunal de la nación en una situación crítica".

García Ortiz reclama una reforma "estructural"

Por su parte, el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz -que no ha hecho referencia alguna a la legalidad de la amnistía que reclama Carles Puigdemont-, ha emplazado al futuro Gobierno a afrontar una "reforma sustancial de la Justicia en nuestro país". En su discurso en el acto de apertura del año judicial, el sustituto de Dolores Delgado ha reclamado a quien asuma esa responsabilidad a llevar a cabo ese cometido "con visión de Estado" y "altura de miras".

Una reforma que, según García Ortiz, debe incluir un "cambio de modelo procesal" que sitúa al fiscal como "director de la investigación penal", a imagen y semejanza de lo que estipulan -ha recordado- "la gran mayoría de los códigos procesales europeos".

El fiscal general considera "necesaria" una reforma "estructural" de nuestro sistema de justicia penal. Para, entre otros objetivos, ha dicho, hacer frente a "las nuevas exigencias de una sociedad cada día más dinámica, el progresivo aumento de la litigiosidad, la proliferación de una delincuencia más organizada, compleja y sofisticada, las implicaciones transfronterizas, el auge de las nuevas tecnologías" y la "efectiva protección" de las víctimas.

García Ortiz ha criticado en su intervención el "discurso negacionista" de la violencia machista, una actitud que según él "influye directamente en la protección de las mujeres". Y ha lanzado un mensaje nada velado a Vox y a quienes "todavía se resisten a aceptar una realidad crítica" respecto a la violencia contra la mujer al recordar que desde 2009 en España se han interpuesto más de dos millones de denuncias por este motivo.

El adiós de Lesmes

Hace ahora justo un año, Carlos Lesmesanunció que dimitiría si PSOE y PP no eran capaces de ponerse de acuerdo para renovar el CGPJ o devolverle las competencias de las que le privó la reforma legal impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez y que le impide realizar nombramientos mientras siga con el mandato caducado. Una modificación con la que el Ejecutivo buscaba conducir al PP a un callejón sin salida que forzase la negociación para el relevo en el Consejo. Pero este no se produjo y las vacantes sin cubrir se han ido acumulando ante un CGPJ maniatado que no puede proveer las plazas pendientes de nombramientos: más de una veintena en el Tribunal Supremo y alrededor de ochenta en el conjunto de la cúpula judicial. Una limitación que se plasmará este año asimismo en 1.230 sentencias menos solo en las salas de lo Contencioso y de lo Social, según la estimación del Gabinete Técnico del alto tribunal.

Lesmes calificó entonces la situación del Consejo de "insostenible" y apremió a los partidos a cerrar su renovación "en las próximas semanas", algo que no se produjo, por lo que finalmente presentó su renuncia un mes más tarde. En ese discurso ante el Rey, el entonces presidente del Supremo y del CGPJ reprochó a la clase política que en los últimos años hubiese "debilitado y erosionado" las principales instituciones de la Justicia española. "El estropicio es tan grande que no se había producido una situación semejante en la cúpula de la Justicia española en toda la historia de nuestra democracia", se quejó Lesmes, quien alertó de los "efectos negativos que se van extendiendo poco a poco a toda la organización judicial”. Un año después, poco ha cambiado.