Partido Popular
Génova se aleja de Sol y rechaza que se ataque a los jueces
La dirección del PP elude secundar al gabinete de Ayuso, que cargó contra la jueza que abre juicio oral a su novio
Una jueza de Madrid, Carmen Rodríguez-Medel, dictó el pasado lunes el auto por el que se abre juicio oral a Alberto González Amador, un particular anónimo que desde que comenzó su relación sentimental con la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha visto envuelto en distintas causas judiciales.
«Cuidado con Sánchez: hasta donde sé, la jueza no respeta a la Audiencia Provincial, decide enviar a juicio a González Amador justo antes de tomar posesión el juez que le toca, y resulta que es la hermanita de un tipo al que Marlaska ha ascendido. Todo Sánchez es corrupto», fue la primera reacción oficial por parte de Sol, en palabras de Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta, que escribió un mensaje en la red social X.
En Génova no ha sentado del todo bien este ataque a la magistrada. Básicamente, porque rompe con la línea oficial marcada por la cúpula a todo el partido contra el discurso del Gobierno, que desde hace meses abona abiertamente las tesis de que en España existe «lawfare».
Antaño, sólo los políticos independentistas y de la izquierda radical decían ser víctimas de una persecución por parte del sistema. También se dieron casos aislados en tiempos de González y Rajoy, cuando tuvieron que torear con las togas. Ahora, hacen lo propio un buen ramillete de políticos de un lado y de otro. El primero de todos, Pedro Sánchez.
El PP ha decidido darle una importancia capital a la estrategia de la Moncloa contra los jueces. Como avanzó LA RAZÓN, incluso ha presentado una denuncia ante la Comisión Europea que incorpora todos los señalamientos del presidente, ministros y dirigentes de la izquierda a jueces.
Por eso, en la cúpula rechazan respaldar al gabinete de Ayuso. «Siempre vamos a respetar de forma escrupulosa la separación de poderes. En todos los casos judiciales», afirmó ayer el vicesecretario de Educación, Jaime de los Santos, que desvió la atención hacia los socialistas: «Llevan siete años dinamitando a la Justicia».
La dirección del PP se reafirma
Fuentes de la cúpula popular se reafirman en su política contraria a los ataques a jueces: «No nos movemos ni un ápice de lo que hemos dicho hasta ahora». Entre la dirigencia pepera hay cierto temor a que ahora, que hay una causa judicial que afecta a una persona próxima a un destacado mando de la formación, la respuesta pueda ser parecida a la del Gobierno.
No obstante, la presidenta madrileña eludió ayer respaldar expresamente a su jefe de gabinete, pero tampoco enmendó sus palabras. Ella, desde que saltó a la luz la investigación a su pareja por presuntos delitos fiscales, a primeros de 2024, se ha pronunciado en contadas ocasiones. Todas, para defender la inocencia de su novio y señalar a la Moncloa: «Primero, fue mi padre; luego, mi hermano, mi madre, mis primos, mi barrio, mi expediente académico; ahora, tocaba el novio».
En esa línea se pronunció este martes. «No puedo valorar ni cada comentario que se hace en redes ni tampoco la trayectoria de cada juez», recalcó en una posición neutra sobre la magistrada que ha encausado a González Amador.
«Creo que siempre me he mantenido en esa misma posición. Sí que es verdad que cuando ayer conocimos la decisión de esta jueza, que es transitoria, ¿no?, dije, ¿Qué viene a continuación en el entorno de Sánchez? Y mira, hoy tenemos el procesamiento de su hermano. Si uno coge la historia cronológica de una inspección fiscal, cada anuncio, con cada cuestión que le ha ocurrido al entorno de Sánchez, toda su familia, todo su entorno político, siempre es espejo», añadió.
En todo momento, disparó contra Sánchez, a quien ve detrás de todos los males que acechan a su novio. «Lo que veo es que en España los escándalos tienen el tamaño y la duración que a Sánchez le conviene. Es el que dirige las portadas y la agenda mediática de este país».
De la causa concreta en sí, matizó que, a ella, como presidenta, no le afecta en ningún caso: «Es una inspección que se produce, y no tiene nada que ver con mi gestión, y yo entiendo que será mediáticamente muy atractivo, pero por mi parte poco puedo decirlos. La agenda mediática de Sánchez no la hago. Es él quien de manera deliberada va dando a las tertulias, no puedo entrar en ese juego. No tengo nada que ver». Un mensaje muy similar al que lanzó en su última entrevista con este diario: «No hablo de una cuestión que está en cauce judicial, no se me ocurre ni mencionarlo».