El Gobierno vasco avala que etarras queden en libertad sin pedir perdón

El asesor del Gobierno vasco en materia penitenciaria considera que los etarras puedan beneficiarse del régimen de semilibertad –tercer grado– sin que sea necesario que pidan perdón por sus crímenes. Jaime Tapia no tiene «ninguna duda» de que los presos de ETA a los que se les concede el tercer grado penitenciario están arrepentidos de sus acciones terroristas incluso aunque no usen de manera expresa la palabra «perdón».

Su posicionamiento se produce después de que la Audiencia Nacional haya revocado diez de las 39 progresiones concedidas a presos de ETA, exigiendo el uso de la palabra «perdón» para acreditar ese arrepentimiento. Pero para Tapia hay «expresiones que humana y simbólicamente significan lo mismo».

En una entrevista con Efe, defiende que en lugar de considerar la palabra «perdón» como un “tótem» se tengan en cuenta «expresiones similares que denotan arrepentimiento, reconocimiento del daño, voluntad de que las cosas no vuelvan a ocurrir y empatía o consideración hacía las víctimas», lo que, en su opinión, en «la práctica es lo mismo que perdón». Tapia recalca que las progresiones de grado a presos de ETA están «motivadas» y se basan en un análisis «riguroso, exhaustivo y caso a caso» y concluye con la Audiencia Nacional solo hay «discrepancias de matiz».

Sin embargo, Miguel Folguera, consejero de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), considera que «la única manera de ver que es real ese arrepentimiento y ese perdón de formulario es que colaboren con la Justicia en los más de 300 casos que hay si resolver». «Nosotros sí que pedimos que se aplique la ley, pero toda la ley y con toda la fuerza de la ley. Sin manipulaciones y buscando únicamente el beneficio del terrorista», reclama. «Las víctimas cumplimos con nuestros familiares en los cementerios y sus vidas rotas para siempre, mientras que los terroristas son acercados a sus domicilios sin arrepentirse, sin pedir perdón ni colaborar con la Justicia, cuanto han sido condenados a miles de años y no cumplen ni una mínima parte en prisión. Los terroristas no han sido ni sinceros ni honrados nunca».

Daniel Portero, presidente de Dignidad y Justicia, asegura que «el juez Tapia se ha vendido al Gobierno vasco y a ETA posiblemente por algo que tenga que esconder y que nacionalistas o etarras sepan que le pueda comprometer en su vida profesional. Es simplemente un asco y una traición. No merece tener la categoría de juez».