Interior reitera que mantendrá la dispersión de presos hasta que ETA se disuelva

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha reiterado hoy que el Gobierno mantendrá la política de dispersión de presos de ETA hasta que la banda se disuelva o los internos tengan el "coraje", como hicieron los de la "vía Nanclares", de arrepentirse, desvincularse y pedir perdón.

Fernández Díaz ha hecho estas manifestaciones en el Pleno del Congreso en respuesta a una interpelación del diputado de Amaiur Rafael Larreina, a cuya coalición ha vuelto a instar a que exija a ETA su disolución.

La interpelación de Amaiur se refería a los "propósitos del Gobierno para corregir la erosión de derechos fundamentales"y el titular de Interior ha recriminado a esta coalición que llevara a la tribuna de la Cámara "el respeto"a los derechos humanos cuando hay instituciones gobernadas por la izquierda abertzale que "no se caracterizan"por ejercerlo.

Y se lo ha reprochado porque, además, el "mundo social"al que representa Amaiur "se ha caracterizado por jalear, apoyar y aplaudir"los atentados de ETA contra el "más elemental de los derechos", el de la vida.

Larreina le ha replicado y le ha dicho que su partido, EA, siempre ha rechazado la violencia terrorista, y ha afirmado que la coalición Amaiur "también lo tiene clarísimo"y ya ha expresado "por activa y por pasiva"su opinión en ese mismo sentido.

Hasta el exlíder de Batasuna Arnaldo Otegi, ha enfatizado el diputado de Amaiur, ha exigido la disolución de las estructuras militares de la banda terrorista.

Entre los derechos humanos a mejorar, el diputado ha citado el acercamiento de los presos y, tras recordar que mañana se cumplen 25 años de la puesta en marcha de la política de dispersión, ha considerado un "fracaso"esta medida, "anclada en una visión del pasado"y que "lo único que genera es más injusticias".

"Las injusticias no se repararan con otras injusticias. Guiar la política por la venganza es un mal método", ha apostillado Larreina, quien ha resaltado también los problemas que ocasiona la dispersión a los familiares de los presos, que tienen que recorrer miles de kilómetros con riesgo de accidente. De hecho, ha subrayado, 16 allegados de reclusos han muerto en la carretera.

En su réplica, Fernández Díaz, quien ha recordado que la dispersión se aplica a todos los grupos terroristas y a grupos organizados criminales, ha dicho a Amaiur que también otras personas mueren cuando van a visitar a sus familiares víctimas de ETA al cementerio.

Ha añadido que cuando los etarras decidieron integrarse en la banda, "no les preocupó mucho"lo alejados que estuvieran de sus familiares.

El titular de Interior ha reconocido que debatir el informe del Consejo de Europa sobre los derechos humanos en sus países miembros y al que ha aludido el diputado en la interpelación, es un "buen ejercicio de reflexión", pero ese debate "tendría más autoridad moral y credibilidad"si no lo propusiera Amaiur.

"Nos gustaría ver que todo lo que han dicho lo aplican en las instituciones donde gobiernan", ha señalado el ministro, quien se ha referido a los recibimientos y homenajes de algunas de ellas a etarras que no han pedido perdón ni se han arrepentido.

Fernández Díaz ha si contundente y ha reiterado la intención del Gobierno de no acercar a los etarras hasta la disolución de ETA. En ese momento, la política de dispersión podría desaparecer porque "desaparecida la causa, desaparece el efecto".

Además, ha instado al diputado a que no trasladara la Carga de la culpa"sobre el Gobierno, sino sobre los condenados de ETA que "no quieren hacer uso"de las medidas de la política penitenciaria.

Durante su intervención el ministro ha ofrecido datos sobre algunas de las cuestiones planteadas por Amaiur, entre ellas la situación de las cárceles, y ha dicho que no están saturadas toda vez que la población penitenciaria ha pasado de 65.500 en 2010 a algo más de 57.000 en la actualidad.

Asimismo, la tasa de ocupación es de 89 internos por cada cien celdas, "sensiblemente por debajo de la media europea".

Con respecto al derecho de asilo, ha cifrado en 4.513 solicitudes las del pasado año, con un incremento del 75 por ciento respecto al año anterior, con una tasa de aceptaciones de entre el 18 y el 26 por ciento, en la media europea.