Política

ETA

La impunidad del asesino de mis sobrinas gemelas

Esther y Miriam tenían tres años
Esther y Miriam tenían tres añoslarazon

La detención de Josu Ternera supone para mí una sensación agridulce. Dulce porque por fin han detenido a quien mandó asesinar a mi familia. Agria porque han sido 17 años los que se ha tardado en detener al jefe de ETA a pesar de tenerlo localizado en todo momento.

Hoy ha reconocido Jesús Eguiguren, ex presidente del PSE, que se reunieron con él y que tenía esa impunidad al ser jefe de la banda terrorista ETA. Y eso me da la razón, la de que no ha sido detenido porque gozaba de impunidad gracias al proceso de negociación. Además, curiosamente ha sido detenido a más de cien kilómetros de Grenoble donde yo estuve un 27 de noviembre denunciando que estaba allí. Lo han detenido unos kilómetros más arriba, más cerca de Suiza, pero claro, a raíz de descubrir su guarida se debió desplazar un poco más lejos.

Tengo una sensación extraña porque esto demuestra que si hubieran querido detenerlo lo habrían hecho antes.

Me preocupa que con Josu Ternera se esté queriendo hacer un Bolinaga II y que, una vez que esté en España, cuando vean su estado de salud, se le permita excarcelarlo y que los últimos años o meses los pase con su familia y le reciban como un héroe en el País Vasco.

Espero que no sea así, y que la detención sea fruto de que la Guardia Civil ha actuado al margen de los intereses de lo demás, por una denuncia que pusimos hace dos años por los atentados contra mujeres y niños en la Casa Cuartel de Zaragoza. Era él, Josu Ternera, quien apuntó que se atentara contra esa comandancia. Puede que la detención sea debido a una iniciativa de la Audiencia Nacional, al margen de los procesos políticos. Y es que ETA ya recriminó en su día al Gobierno por otras detenciones diciendo que por qué se había actuado en y les respondieron que la Guardia Civil solo hace caso al Duque de Ahumada y que no tienen control sobre ellos.

La detención del ex jefe político de ETA es el mejor regalo que nos ha hecho la Guardia Civil a las víctimas en su 175 aniversario.

Ternera no solo tiene que responder por haber ordenado cometer esa masacre. Siendo él responsable político de la banda terrorista se cometieron muchísimos asesinatos que aún están sin juzgar y él es conocedor de todos los miembros de ETA que no están juzgados y de sus crímenes. No entiendo cómo, siendo la cabeza de la serpiente, haya gozado de esa protección durante 17 años de todos los gobiernos; a mí me indigna.

Perdí a mis sobrinas gemelas que tenían tres años y medio y también a mi hermano con 17 años. Durante muchos años en mi familia, lo ocurrido fue un asunto del que no podíamos hablar porque era muy duro. Siento mucha tristeza, sobre todo porque mi padre murió de cáncer pocos meses después de lo ocurrido y a mi madre le ha dado una embolia cerebral hace cuatro semanas y ha quedado en un estado en el que no le voy a poder decir que el asesino de su hijo y de sus nietas ha sido detenido.

Me da rabia porque mi madre ahora no es capaz de entenderlo. Solo por cuatro semanas no ha podido ver que ha sido detenido.

Admiro la fortaleza de mi cuñado, guardia civil y de mi hermana que a pesar de perder a sus dos hijas y a nuestro hermano, después de salir de los escombros, de perderlo todo, ha sido capaz de seguir adelante. Mi cuñado siguió en el Cuerpo como desactivador de explosivos y después en el Grupo de Acción Rápida de la Guardia Civil. Durante 28 años más siguió en activo formando a Tedax.

Recordar aquellos días para mí son muy dolorosos. Recuerdo que estaba en Jaén cuando me enteré del atentado contra la Casa Cuartel de Zaragoza donde vivíamos con mi hermana. Me lo dijo mi padre. Entonces marqué 40 veces el número de teléfono de la comandancia. Aún recuerdo sus dígitos de memoria, pero nadie me lo cogía.

Al poner la televisión, me di cuenta del alcance de todo. Identifiqué la muñeca de mi sobrina, dábamos por hecho que no había sobrevivido ninguno .

Hasta que no llegamos a Zaragoza no fuimos a la comandancia donde nos informaron de que mi hermana y mi cuñado estaban vivos.

Habían puesto el coche bomba justo debajo del primer piso, donde vivíamos, en la misma puerta, pero una columna y el armario generó un hueco donde se quedaron mi hermana y mi cuñado cuando el cuartel se les vino encima. Por ello, se salvaron. Mi hermano y mis sobrinas no tuvieron la misma fortuna.