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La travesía del "Juan Sebastián de Elcano": escala en Cartagena de Indias

Juan Sebastián de Elcano
Juan Sebastián de Elcanolarazon

Segunda escala en América sin novedad, Cartagena de Indias, Colombia. Esta preciosa ciudad, que fue dominio español tantos y tantos siglos, fundada por Don Pedro de Heredia y defendida heroicamente por Blas de Lezo, es hoy una fusión entre la vanguardia de la zona de Bocagrande o El Laguito y la tradición en el interior de los muros de Cartagena, en la que se encuentra la famosa Puerta del Reloj.

Como ya es tradición hubo tiempo de hacer un poco de todo en los cinco días de estancia, visita que ha sido la número 20 realizada por el Juan Sebastián de Elcano a esta ciudad. A la tradicional Jura de Bandera y recepción a bordo, le sumamos un acto que fue emocionante para todos nosotros.

Como no podía ser de otra manera, si estábamos en la tierra donde España arrodilló a Inglaterra a los ojos del mundo, debíamos rendir homenaje a la plaza donde el Almirante Don Blas de Lezo y todos sus soldados y combatientes derrotaron en una minoría abismal a una de las escuadras navales más grandes jamás destacadas hasta entonces. El final se lo saben, victoria para los españoles y el Almirante Vermont escribiendo la famosa frase “God damn you Lezo” (que Dios te maldiga, Lezo). No fue así, ya que el Almirante murió tiempo después imbatido en todas sus batallas y siendo un orgullo para nuestra nación.

Este sentido homenaje lo realizamos de forma conjunta con la Armada de la República de Colombia (ARC), manifestando así, además del respeto que todos sentimos por este gran héroe y por los soldados y marinos que combatieron a sus órdenes, la unión entre ambas armadas y entre ambos países. Pero ahí no terminó nuestro tiempo de confraternización con la ARC, después de ese acto fuimos invitados a conocer su Escuela Naval (Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla) y tras una comida con el batallón de alumnos, estuvimos parte de la tarde compitiendo en diferentes deportes y compartiendo experiencias juntos. Pero es que no termina ahí la cosa, esa noche fuimos invitados por el Sr. Embajador de España en Colombia a un cóctel en el Claustro de Santo Domingo, donde también pudimos compartir tiempo con ellos, así como con compatriotas españoles residentes en Colombia.

El lunes se realizó a bordo una comida con parte de esos cadetes, que sirvió tanto de bienvenida a nuestro buque, que muchos nunca habían visitado, como de despedida a unos compañeros de profesión que la mar dirá si los volvemos a ver algún día.

El martes fue nuestro día libre donde pudimos explorar por nuestra cuenta la belleza de esta tierra, y la opción más elegida fue visitar Las Islas del Rosario, que es un archipiélago compuesto por unas 27 preciosas islas, con bares sobre el agua y playas de arena blanca bañadas por el mar Caribe.

Nos gustaría recalcar que tras nuestra experiencia aquí, podemos decirle y concluir que Cartagena es una hermosa tierra, sus habitantes cercanos y amables, que están deseosos de limpiar esa imagen que tan duro les ha castigado y perseguido con problemas como el de la guerrilla y los cárteles de la droga. Colombia es un precioso país que vamos a echar de menos, pues nuestros días aquí han sido una experiencia vital y extraordinaria.

Vuelven a sonar los chifles marcando las diferentes maniobras, las olas vuelven a romper contra la proa de nuestro bergantín-goleta, y es que ponemos rumbo a Veracruz, ponemos rumbo a México lindo.