Casa Real
La periodista Marta Carazo será la nueva jefa de la Secretaría de la Reina a partir de septiembre
La incorporación se produce tras la salida de María Ocaña por "motivos personales" después de solo un año en el cargo
La Casa del Rey acaba de confirmar lo que ha sido un incesante rumor toda la semana, que la periodista Marta Carazo será la nueva jefa de la Secretaría de la Reina a partir del uno de septiembre. La periodista, coetánea y ex compañera de Doña Letizia en la televisión pública, presentó ayer por última vez el telediario de RTVE de las nueve de la noche. Antes ya se había despedido de todos sus compañeros y lo había comunicado a la corporación.
El nuevo fichaje se produce después de que hace apenas un mes Zarzuela anunciara la salida de María Ocaña tras solo un año como mano derecha de la Reina por "motivos personales". La abogada del Estado, de la misma edad que Doña Letizia y madre de tres hijos, la acompañará por última vez en un acto oficial el próximo 3 de agosto en Palma, en el festival Atlántica Film antes de cesar definitivamente.
Igual que ocurriera con Ocaña, ha sido la propia Letizia quien ha decidido el nombre de quien la acompañará en sus tareas y gestionará las prioridades de una agenda cada día más abultada y significativa. No extraña la elección de Carazo, madre de tres hijos y con quien también comparte un perfil similar además de una profesión compartida. La propia Reina se despidió de su oficio presentando la misma edición del telediario de RTVE la última noche de octubre de 2003 antes de que se anunciara su compromiso con el entonces Príncipe de Asturias.
Travesía del desierto
La nueva secretaria de la Reina (cargo aún pendiente de su publicación en el BOE) ha tenido una destacada trayectoria dentro de RTVE. Premio de Periodismo Europeo Salvador de Madariaga en 2022, fue corresponsal en la complicada plaza de Bruselas entre 2020 y 2023. Como tantos periodistas de la casa, también pasó su propia "travesía del desierto" y puso su vocación y energía durante un tiempo en el desarrollo del continente africano, al que dedicó un programa en Radio Exterior de España.
Carazo se despidió ayer también de sus seguidores en la red X con un mensaje que hace pensar que los últimos tiempos como sustituta de Carlos Franganillo en el informativo de la noche no han debido de ser fáciles: "Hoy ha sido mi último Telediario 2 en TVE y quiero agradecer los muchísimos mensajes de ánimo que me llegan. Ha sido mi decisión cambiar de rumbo después de meses duros. Y solo yo, y quienes han estado cerca de mí estos últimos meses, sabemos por qué". "Estoy contenta, soy afortunada por haber podido hacer tantas cosas en mis 26 años en los Informativos de TVE. Y soy afortunada por los compañeros que he tenido. Gracias por el inmenso apoyo que he sentido como profesional de TVE", proseguía. "Aquí se quedan muchos amigos luchando, como siempre, por el rigor informativo. Ha sido un lujo poder trabajar con todos ellos. Y es un lujo poder iniciar nuevos proyectos. Me voy con ilusión", concluyó.
Lo cierto es que su control de los temas comunitarios y económicos en un momento en que la Monarquía cuenta con un muy marcado perfil europeísta y su propio paso por el Palacio de la Zarzuela como corresponsal de RTVE entre 2009 y 2012 la convierten en un fichaje que, al menos de primeras, suena natural y adecuado. Aunque aún es pronto para aventurarlo, la Reina podría encontrar en ella una química parecida a la que a todas luces tenía con Ocaña.
Química personal
María Ocaña tomó posesión del cargo en mayo del año pasado en sustitución del general José Manuel Zuleta, de 64 años, quien ocupaba ese puesto desde la proclamación de Felipe VI. El recambio civil, de género y generacional que significó su llegada fue toda una declaración de intenciones de la Reina, que desde el décimo aniversario de la coronación ha ido marcando un perfil y una agenda mucho más alineada con su propia identidad.
La salida de la abogada del Estado causó un enorme disgusto, tanto a la propia Letizia como en la Casa del Rey. La Reina se sentía muy respaldada por ella y no era raro ver cómo se buscaban con la mirada en actos públicos y cómo de cercana era su relación cuando no había cámaras presentes.