Podemos desoye las peticiones de asunción de responsabilidades por los resultados del 28-M

Podemos ha tardado una semana en ofrecer públicamente una respuesta de la dirección estatal sobre la debacle electoral de su partido el pasado 28-M en las urnas. El partido se ha quedado con 34 escaños autonómicos, de los 177 que llegó a obtener la primera vez que se presentó en este tipo de elecciones, en 2015.

Los morados reconocen que los resultados son "malos" pero saca pecho de "seguir en pie". En el partido se explica que para "saber ganar" también "hay que saber perder" y aseguran que no se resignarán. "Ningún partido de gobierno ha sacado buen resultado en las elecciones", esgrimen los portavoces de Podemos Pablo Fernández e Isa Serra, que han tratado de orillar el debate que se ha abierto en la organización después de la hecatombe del pasado domingo. Desde los territorios ya se pide una asunción de los resultados obtenidos. Fue el vicepresidente balear, Juan Pedro Yllanes el primero en señalar la puerta de salida a la dirección estatal del partido y concretamente a la secretaria general, Ione Belarra, a la secretaria de Organización, Lilith Verstrynge y al portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique. Además, desde otros territorios, como las Islas Baleares o Canarias se marcó también el mismo camino con dimisiones por los resultados obtenidos.

Lejos de seguir este camino, en rueda de prensa los portavoces se han escudado en el reto actual, el de conseguir un acuerdo para confluir con Sumar de cara a las elecciones generales. Así, Isa Serra ha asegurado que “toda la organización comparte el mismo análisis y está centrada en el mismo objetivo”. “Toda la organización está de acuerdo en que el objetivo esencial es alcanzar un acuerdo con Sumar para llegar a un acuerdo y en eso estamos centrados todos nuestros territorios. Todo el mundo está queriendo y deseando que se llegue a ese acuerdo y en eso estamos volcados toda la dirección y toda la militancia”.

Tampoco se plantea adelantar el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, el máximo órgano de decisión del partido, con el objetivo de abrir el debate sobre el análisis de los resultados del 28-M.

Sobre las negociaciones con Sumar, que en este momento, según reconocen voces del partido "van muy lentas", en el partido critican una política de vetos por parte de los aliados de Sumar. El nombre de la ministra de Igualdad, Irene Montero o el del portavoz Pablo Echenique, son algunos de los que desde partidos como Compromís se han rechazado directamente. Ante esto, en el partido denuncian que "cualquier veto personal" que se ponga sobre la mesa de las negociaciones lo único que hará será "torpedear la unidad". Los portavoces no han aclarado si esos vetos se han hecho en la mesa de negociación de manera oficial, pero advierten de que "los vetos personales no ayudan y son intentos de torpedear la unidad".

El partido centra así todo el foco en las negociaciones, de las que prefieren evitar valoraciones para "preservar" que salgan bien. "Cada minuto que no conseguimos llegar al acuerdo es un tiempo muy valioso perdido para convencer a la ciudadanía de que hay partido, de que es posible ganar".