Política

Marca España

PP y Cs vetan a la extrema derecha en Colón

Génova refuerza la movilización tras la "ruptura"del diálogo: "Ninguna razón ha desaparecido". Acudirán históricos como Mayor Oreja y San Gil.

Izado de la bandera en la Plaza de Colón / Foto: Luis Díaz
Izado de la bandera en la Plaza de Colón / Foto: Luis Díazlarazon

Génova refuerza la movilización tras la "ruptura"del diálogo: "Ninguna razón ha desaparecido". Acudirán históricos como Mayor Oreja y San Gil.

La movilización para la concentración por la «Unidad de España» de mañana en Madrid no dio un paso atrás por el hecho de que el Gobierno anunciase «in extremis» que congela el diálogo con el independentismo por el clamor social y la revuelta de su partido. PP y Ciudadanos (Cs) llevan el peso de la organización, aunque luego estén testando con los otros partidos decisiones como la de que la lectura del manifiesto la realicen, finalmente, personas de la sociedad civil, en lugar de que el protagonismo lo tengan los políticos. De los acuerdos de ayer destaca el pacto del PP y de Cs para escenificar su veto a la presencia de la extrema derecha en Colón. En el comunicado consensuado, los dos partidos rechazan la asistencia de organizaciones que defiendan planteamientos que estén fuera de la Constitución, después de que Falange Española, las JONS o España 2000, por ejemplo, anunciasen que se sumaban a la protesta convocada contra la negociación con el independentismo.

Entre PP y Cs ha habido debate y diferencias sobre el formato del acto, como, por ejemplo, sobre si todos los partidos firmantes debían hacer un pequeño discurso, idea planteada por Cs y que fue desestimada para no perjudicar el objetivo de que el protagonismo lo tuviera sólo la sociedad civil. Y también roces por ver quién lideraba la protesta. Ayer le puso voz el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, al reclamar para su partido esa medalla en una entrevista con Carlos Alsina, en Onda Cero. También criticó la dureza de Pablo Casado contra el Gobierno de Sánchez.

Pero al margen de estos empujones en clave electoral, los dos partidos estuvieron plenamente de acuerdo en un texto que advierte de que serán «bienvenidas a la concentración todas aquellas personas que defienden la Constitución, nuestra democracia y el respeto a las leyes democráticas». «Por eso rechazamos la presencia de aquellos grupos que no defiendan los valores democráticos y de convivencia». La presencia de grupos radicales desvirtuaría el sentido de un acto que «está plenamente comprometido con el marco constitucional español», aclararon por la tarde fuentes de la dirección de Ciudadanos. Este partido compartirá foto mañana con Vox, la foto que rechazó en Andalucía.

Pero lo justifican en que la unidad de España está por encima de siglas, siempre que se respete la legalidad vigente. Los líderes políticos atenderán a la Prensa al inicio de la concentración, decisión que está también dentro de lo acordado. Una organización medida al milímetro, y para la que el PP, por ejemplo, ha movilizado a toda su dirección nacional, y a «históricos» como María San Gil o Jaime Mayor Oreja. Hasta ayer, el PP había recibido más de 20.000 peticiones de asistencia a la concentración, lo que explica el escrito a la Delegación del Gobierno en Madrid en el que solicitaron un dispositivo especial de seguridad. En paralelo a los avances en la movilización, el PP respondió al anuncio de Moncloa de que congelaba el diálogo con el secesionismo con un duro argumentario contra Sánchez. «Quiso tomar a los españoles por tontos, y los españoles le han tomado la matrícula». El PP sostiene que tan pronto como se vacíe la Plaza de Colón, «volverán a sentarse en la mesa de la vergüenza para tratar de resistir en el poder».

Sobre el documento que el Gobierno ha remitido a la Generalitat, el PP lo califica de «inanidad» con la que el Ejecutivo pretende ahora desdecirse de lo que llevan haciendo desde hace seis meses. «Es toda una estrategia para intentar salir del atolladero en el que su propia ineptitud les ha metido», sentencian. Génova sostiene que las «21 infamias de Torra» siguen sobre la mesa, y que por eso la vicepresidenta dice que el diálogo no se ha roto.