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Los leones ya no rugen

No se puede censurar el Diario de Sesiones

Borrar insultos, frases fuertes o algo que moleste a alguien es privar a las generaciones futuras de conocer la realidad de lo que ocurría en el Parlamento

Francina Armengol en un Pleno del Congreso David JarLa Razón

El Diario de Sesiones es el testimonio de lo que se debate en las Cortes Generales, cuyos miembros eligen los españoles. Su contenido forma, por lo tanto, parte de la historia que, con el paso del tiempo, podrá ser consultado por estudiosos, historiadores o curiosos. Resulta de vital importancia que lo esté reflejado en sus páginas responda fielmente a al que ocurrió en dichos debates, con todos los detalles, exabruptos e insultos incluidos, allá con los que los pronuncian, para que las futuras generaciones sepan lo que realmente ocurrió y quienes fueron los que guardaron la debida cortesía parlamentaria y quiénes no lo hicieron.

Cada vez con más frecuencia –ha ocurrido en todas las legislaturas—la presidencia del Congreso o la del Senado deciden que tal o cual frase será borrada del Diario de Sesiones, Es, no deja de ser una opinión, un error porque supone hurtar a la historia la realidad de unos hechos protagonizados por los representantes del pueblo.

En la sesión de esta mañana del pleno del Congreso se han producido tres intervenciones de diputadas que reflejan hasta qué punto este importante asunto se ha convertido en algo que merecería un debate en profundidad.

La señora Álvarez de Toledo (PP) ha pedido que no se borraran del Diario de Sesiones una serie de epítetos que le había dedicado el ministro de Justicia, Félix Bolaños. La señora Mínguez (PSOE) estaba preparada y ha demostrado, además de sus virtudes parlamentarias, que podría ser una excelente cronometradora de pruebas deportivas. Ha contabilizado que en las 12 preguntas que PP y Vox han formulado en la Sesión de Control se han proferido 21 insultos, una cada minuto y medio. ¡Qué barbaridad!; y ha pedido a la presidenta, señora Armengol, que los retire del Diario de Sesiones.

La señora Montesinos (PP) ha recordado que su grupo ha sido obsequiado desde la bancada socialista con toda suerte de improperios, incluido el del “Torrente”, se supone que referido al genial actor. A mí no me importaría que me comparan con tamaño genio del humor, pero entiendo que hay gustos para todos.

Al final, la señora presidenta, y creo que ahí viene el eror, ha optado por borarr del Diario de Sesiones unos y otros. Vamos, que las generaciones futuras, que sí podrán leer de legislaturas pretéritas lo que realmente se decía en el hemiciclo, se quedarán un tanto atónitos cuando, dentro de sus sesudos estudios, comparen lo que decían los periódicos, con toda su crudeza, y lo que ocurría en las Cortes. De tan políticamente correctos que a veces se pretende ser, se corre el riesgo de pasarse de frenada.

"Como los trenes, las buenas ideas llegan con retraso". La frase, atribuida a un humorista italiano, no se incluye, por una vez, referida al ministro Puente. Valga esta humilde aportación para que, si es posible, se respete en el Diario de Sesiones la realidad de lo que ocurre. No meimagino que en un futuro a alguien se le ocuriera borrar la transcripción que se hizo de lo grabado durante la noche del 23 de febrero de 1981, por aquello de que se trató de la mayor violación del orden constitucional. Seguro que no ocurrirá. Mientras, como el encabezado de estos comentarios, los leones (parlamentariamente), no rugen y parece que van a seguir así.