Al Qaeda no contempla una Cataluña separada de España

Al Qaeda lo tiene claro. Cataluña forma parte de Al Andalus, de España. Dado el fanatismo y la intransigencia de estos terroristas, parece difícil establecer mesas de diálogo con verificadores internacionales para lograr los fines secesionistas. Sólo cabe confiar en las por muchos independentistas Fuerzas de Seguridad para que los yihadistas no logren sus fines de recuperar lo que, en definitiva, nunca fue suyo.

La tradición de los islamistas radicales es la de situar el comienzo de la historia de la Península Ibérica, en el 711, cuando almorávides iniciaron la invasión. Por aquí no habían pasado los romanos, ni nadie. Era una tierra bárbara que ellos se ocuparon de civilizar.

Tamaño desatino lo plasman en el nombre de sus publicaciones. Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI) llama a su media Al Andakus, por si había alguna duda. Y el JNIM, la franquicia que opera en el Sahel, inserta sus panfletos en Az Zallaqa, en referencia a la batalla de Sagrajas, en las proximidades de Badajoz, el 23 de octubre de 1086, entre las tropas cristianas de Alfonso VI de León y las almorávides de Yúsuf ibn Tasufín, con la derrota de las primeras. Llamativo.

Hay que confiar en nuestras fuerzas antiterroristas, porque, en caso contrario, los Junqueras, Puigdemont y demás separatistas, serían sometidos a la sharia, la interpretación más rigorista del Islam, sin la posibilidad de negociar la investidura del cabecilla de los terroristas, que a ese le nombran ellos a través de su Majlis al Shura.