Terrorismo

Al Qaeda potencia una estrategia de estrangulamiento económico de Mali, mientras lucha con el Estado Islámico por el contrl del Sahel

Isis acaba con la vida de 57 yihadistas del grupo rival en un ataque perpetrado en Burkina Faso

Yyad Ag Ghali, cabecilla del JNIM
Yyad Ag Ghali, cabecilla del JNIMjmzalq

Mientras el Estado Islámico (Daesh, Isis) y Al Qaeda siguen con cus enfrentamientos por el control del Sahel (los primeros informan hoy de haber acabado con la vida de 57 terroristas del otro grupo en Burkina Faso), el JNIM, la franquicia de Al Qaeda ha iniciado en Mali una estrategia de esatrangulamiento económico del país, según un informe reciente del Instituto Timbuktu, sdel que se hace eco Ivorian Net.

El objetivo: asfixiar al Estado maliense, desestabilizar las cadenas de suministro y presionar a los socios económicos extranjeros. Esta estrategia plantea un doble desafío: revela los límites de la intervención militar rusa, encarnada por el África Corps, y pone en tela de juicio la sostenibilidad de la inversión china en un África Occidental.

Desde su despliegue oficial en Mali, la unidad militar rusa, que sustituyó a los mercenarios de Wagner, los yihadistas siguen con los bloqueos de carreteras, quemar vehículos y secuestro de viajeros, a menudo sin encontrar resistencia efectiva. Las carreteras secundarias, los mercados y las rutas logísticas son blancos fáciles, a pesar de la presencia de fuerzas malienses y rusas.

Un enfoque puramente militar ya no es suficiente., subraya el informe. El JNIM ha adaptado sus tácticas, priorizando el acoso económico sobre la confrontación directa. Como resultado, el gobierno maliense sufre pérdidas fiscales, aumento de precios en áreas aisladas y una interrupción en los suministros esenciales. Frente a un enemigo que ataca el corazón económico del país, Rusia, a través del África Corps no logra aminorar la amenaza.

Para Pekín, la estabilidad es la piedra angular de su estrategia en África Occidental. Sus enormes inversiones en infraestructura, minería y energía se basan en una premisa simple: un entorno seguro que garantice la rentabilidad de los proyectos. Sin embargo, la "yihad económica" del JNIM amenaza directamente este frágil equilibrio. Las carreteras y corredores logísticos, esenciales para el comercio y la explotación de recursos, se están convirtiendo en zonas de alto riesgo. Las empresas chinas ven interrumpidas sus cadenas de suministro, vandalizadas sus equipos y amenazadas a sus empleados. Los costes de seguridad se disparan, los seguros se vuelven prohibitivos y algunos proyectos, antes rentables, están entrando en números rojos.

Si la situación se deteriora, China podría verse obligada a revisar sus compromisos: cláusulas más estrictas, el fortalecimiento de las asociaciones públicas o incluso la suspensión total de ciertos proyectos.

Ante esta amenaza, los estados de la región ya no tienen opción: deben inventar estrategias híbridas, combinando una intervención militar creíble, la protección de los ejes económicos, la participación de las comunidades locales y una gobernanza transparente, aconseja.