Terrorismo

El exjefe de ETA "Mikel Antza" también se desmarca del asesinato de Ordóñez

El exdirigente etarra asegura que no tuvo "ningún tipo de participación" en la planificación del atentado contra el político del PP

El juez interroga hoy al exjefe de ETA Mikel 'Antza' por la planificación del asesinato de Gregorio Ordóñez
El exjefe de ETA "Mikel Antza" está procesado por el asesinato de Gregorio Ordóñez hace 30 añosEuropa Press

El exdirigente de ETA Mikel Albisu, "Mikel Antza", ha negado ante el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge cualquier responsabilidad en el asesinato de Gregorio Ordóñez, cometido por la banda terrorista el 23 de enero de 1995. Al igual que hicieron hace unos días los también procesados Ignacio Gracia Arregui, "Iñaki de Rentería" y Juan Luis Aguirre Lete, "Isuntza", Albisu se ha desmarcado -según fuentes jurídicas- de la planificación del atentado contra el entonces portavoz del PP en el Ayuntamiento de San Sebastián, por el que ya fueron condenados los etarras Valentín Lasarte, Javier García Gaztelu, "Txapote" (como autor material), y Juan Ramón Carasatorre, "Jon".

Según esas mismas fuentes, "Mikel Antza" ha afirmado que no son ciertos los hechos que se le imputan y que él "no ha tenido ningún tipo de participación" en el asesinato de Ordóñez, manifestaciones tras las cuales ha dejado claro que no tenía nada más que decir.

"Mikel Antza", actualmente en libertad, ha comparecido brevemente por videoconferencia desde los juzgados de San Sebastián después de que su declaración se aplazara el pasado día 10 por encontrarse de vacaciones en Mallorca, según puso en conocimiento de la Audiencia Nacional su abogado.

Además de Albisu, "Iñaki de Rentería" y Aguirre Lete, también están procesados por el asesinato de Ordóñez -por su supuesta responsabilidad en su condición de dirigentes de la banda terrorista en el momento del atentado- Julián Achurra, "Pototo", y José Javier Arizcuren Ruiz, "Kantauri". Todos ellos, según la Guardia Civil, desempeñaron un papel "relevante" y participaron al menos "en la toma de decisión del asesinato". En esas fechas, ha dejado claro en sus informes, "nada se hace, nada se mueve en ETA que no conozca y coordine y en la mayoría de los casos autorice el comité ejecutivo", pues la Zuba se encargaba de "controlar y dirigir toda la actividad" de ETA.

Recta final de la investigación

Fue precisamente la necesidad de practicar estas tres declaraciones indagatorias (en las que el juez les comunica formalmente su procesamiento) lo que el pasado julio llevó al instructor a prorrogar la investigación, que ya encara su recta final (ninguno de los exjefes de ETA recurrió el auto de procesamiento), hasta el 29 de septiembre del pasado año.

En esta causa ejercen la acusación, además de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, la familia de la víctima -representada por su hermana, Consuelo Ordóñez, quien en 2015 logró reabrir la investigación judicial-, el PP, la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), Dignidad y Justicia (DyJ), el Ayuntamiento de San Sebastián y la asociación Equipo de Víctimas del Terrorismo.

Ordóñez fue tiroteado en el "bar La Cepa" del casco viejo de San Sebastián mientras almorzaba. En el auto de procesamiento, el instructor atribuye a los cinco exjefes de la banda terrorista un papel determinante en la planificación del atentado dada su posición al frente de la organización criminal en esas fechas.

La investigación encuadra el asesinato del dirigente del PP en la campaña de "desestabilización" del Estado que emprendió ETA en el verano de 1993 con militantes del PP y del PSOE en el punto de mira y un objetivo claro: forzar al Gobierno a negociar con los terroristas.

De hecho, la incorporación al comité directivo de ETA de los cinco procesados se produce pocos meses antes, tras el descabezamiento policial de su estructura dirigente en Bidart en 1992. En ese momento de zozobra para la organización criminal, fueron "Iñaki de Rentería" y "Mikel Antza" quienes asumieron la reestructuración de ETA. El primero, al frente de los aparatos "militar" y logístico entre 1992 y septiembre de 2000, cuando fue detenido, y "Mikel Antza", en la dirección del "aparato político". "Kantauri", Aguirre Lete y "Pototo" se incorporarían entre finales de 1994 y principios de 1995.

Dos etarras arrepentidos señalan a la cúpula

En el momento del atentado, la dirección de ETA es la que "decide, coordina, selecciona los objetivos, envía la información, entrega el material necesario para atentar, designa genéricamente el objetivo y ordena expresamente llevar a cabo el atentado", según puso de relieve la Guardia Civil en uno de sus informes.

En el procesamiento de los cinco exjefes de ETA resultaron determinantes las declaraciones de dos etarras arrepentidos que aseguraron que la decisión de atentar contra políticos "la tomaba el Comité Ejecutivo" de ETA y que su visto bueno era necesario en estos casos, algo que no sucedía cuando el atentado iba dirigido contra policías, guardias civiles y miembros del Ejército, pues la decisión correspondía a los "comandos". Por ello, manifestó uno de los testigos, el "comando Donosti" no puedo decidir por su cuenta asesinar al político del PP "de ninguna de las maneras" a espaldas de la cúpula etarra.

Los dos testigos protegidos prestaron esa declaración ante el entonces juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón en el marco de la investigación por el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, pero su testimonio se incorporó con posterioridad a otros procedimientos abiertos en el tribunal a instancia de Dignidad y Justicia contra exdirigentes etarras.

Además, el etarra Valentín Lasarte, quien se encargó de las vigilancias a Ordóñez previas al atentado, una información clave para que el "comando Donosti" conociera las rutinas del concejal del PP en San Sebastián (él fue quien avisó a "Txapote" y Carasatorre de que Ordóñez solía almorzar en el "bar La Cepa", donde fue tiroteado), afirmó respecto a la decisión de asesinar al político que suponía que desde la cúpula de ETA "se lo habrían dicho con anterioridad" a los miembros del "comando".

En 1997, dos años después del atentado, la Guardia Civil intervino al "comando Vizcaya" dos cartas manuscritas que atribuye a "Kantauri" que recogen consignas como estas a los pistoleros de ETA: "Es muy importante darles a los políticos del PP" o "cualquier político del PP es objetivo". "Si no podéis hacer un secuestro, darle en toda la cabeza. Pero tener en cuenta que es el secuestro lo que crea inestabilidad y contradicciones mayores por su dureza", aleccionaba a los miembros de los "comandos".