Opinión

¿Quién se equivoca de campaña?

El presidente concentra en él todos los anuncios

MURCIA, 06/05/2023.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, saluda tras su intervención en el mitin que ha ofrecido este sábado en Murcia. EFE/Marcial Guillén
Mitin de Pedro Sánchez en MurciaMarcial GuillénAgencia EFE

No hay día sin anuncio. Mejor dicho, no hay mitin sin anuncio del presidente del Gobierno. Pedro Sánchez le ha sacado el gusto a presentar medidas en actos electorales que luego el Consejo de Ministros se apresta a poner hilo y aguja para embastar lo prometido. En Moncloa, hay una obsesión por la movilización del electorado progresista, ergo este electorado no está movilizado. Es normal porque hasta hace unos días la división era evidente entre Podemos y Yolanda Díaz porque la vicepresidenta se presentó en sociedad a destiempo, y el PSOE parecía el director de orquesta de Sumar.

Ahora este escenario está superado pero la obsesión continúa en Moncloa, que ha tirado de agenda para movilizar el voto joven. En las últimas generales este caladero le dio al PSOE 700.000 papeletas aunque los sondeos rebajan este número para las elecciones de finales de año. Pero la obsesión sobre este voto joven –reducciones importantes en viajes de autocar o tren, Interrail, o las múltiples propuestas de vivienda– es el común denominador de todas las propuestas. La pregunta es: ¿son efectivas?

Lo cierto es que no, por múltiples razones. La primera porque las próximas elecciones no son generales y los jóvenes no es el electorado más movilizado en autonómicas y municipales. De hecho, los jóvenes es el colectivo que menos voto emite en estas contiendas electorales. El electorado al que se debería dirigir el aparato del PSOE es el más motivado para estos comicios: los mayores de 45 años. Y rizando el rizo, de los 400.000 votos que pierde el P SO E a manos del Partido Popular la gran mayoría corresponden a este colectivo.

Segunda razón. No son creíbles porque la legislatura se acaba. Sería otro cantar que estas medidas fueran la culminación a un proceso iniciado hace 4 años, por ejemplo. Tercera, no están aseadas, muchas de ellas son un galimatías, y tienen un efecto limitado porque no son eficaces porque no repercuten directamente en los afectados.

Tercera razón. No creo que las medidas sobre trenes gratuitos hayan sido «la bomba» entre los jóvenes, pero centrémonos en la vivienda. El Gobierno avalará el 20% a los jóvenes compradores de vivienda dice el anuncio, que no difiere en nada al lanzado por Feijóo hace un par de semanas, al igual que el Interrail que fue rechazado por el PSOE en el pleno. Pero¿ a cuántos jóvenes les interesa el tema de la vivienda? Al 7% según el último barómetro del CIS. El resto está más preocupado por el coste de la vida, las oportunidades, el empleo... Vivienda, insisto, 7%.

Cuarta razón. El presidente concentra en primera persona todos los anuncios. Son anuncios del presidente, no son propuestas del PSOE en el ámbito local o autonómico. Estas elecciones tienen siempre una función coral, diferente alas generales que sí se concentran en el candidato. Los anuncios del presidente consiguen un objetivo no perseguido: eclipsar a los candidatos territoriales y municipales, los verdaderos protagonistas de la batalla electoral. Y una coletilla. En estas elecciones, los electores pueden decantarse por su líder local que puede no coincidir con el líder nacional, por tanto, los esfuerzos de ahora pueden convertirse en fuegos de artificio mañana porque cambian los protagonistas.

Conclusión con pregunta: ¿Quién se equivoca de campaña? El 28-M llevará a una movilización menor que en las generales, y el comportamiento del votante es diferente. En las generales es más participativo, y en municipales o autonómicas más contenido. Es decir, si realmente se quiere movilizar al electorado decisivo el 28-M, el empacho de anuncios yerra el tiro porque los jóvenes no son el oscuro objeto de deseo, son los mayores de 45 años. Lo que esconde el aluvión anunciador es que no salen las cuentas y que es necesaria una mayor movilización de la izquierda. El problema es que se está pulsando la tecla equivocada. Sin duda, alguien se está equivocando de campaña.