Política

Rajoy convocará el Congreso del PP cuando se sepa el nuevo Gobierno

Mariano Rajoy, ayer, durante su intervención en la junta directiva del PP en la sede del partido
Mariano Rajoy, ayer, durante su intervención en la junta directiva del PP en la sede del partidolarazon

En clave estrictamente de partido, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, consiguió ayer el apoyo de la Junta Directiva del PP para retrasar la convocatoria del próximo Congreso Nacional hasta que se aclare la legislatura o, de no haber acuerdo, se convoquen nuevas elecciones generales. Rajoy oficializó de este modo que tiene manos libres para gestionar las decisiones de su organización política hasta que se resuelva cuál es el nuevo Gobierno de España. Esta paz interna le da más margen para administrar un complicado escenario político y supone apostar justo por el camino opuesto al del PSOE, donde en el mismo día de las elecciones se abrió el debate sobre su liderazgo interno.

El Congreso del PP es el marco natural para que esta formación política afronte una renovación de sus estructuras nacionales y hasta de sus Estatutos, que, de perder el poder, será reclamada internamente con más intensidad. Después del Congreso Nacional celebrarán los regionales y provinciales, en los que se renovarán sus organizaciones territoriales. El mal resultado de las elecciones autonómicas se llevó por delante a la mayoría de los barones. En algunos casos, como Madrid, el traspaso de poder está pendiente de realizarse en el próximo congreso regional.

A la espera de que llegue el momento de afrontar la discusión interna y marcar el inicio de una nueva etapa, con cambios en el equipo y en la organización y normas del partido, el Comité de Dirección del PP acordó precisamente el pasado lunes prestar una especial atención a las estructuras territoriales para mantener activa la movilización y su presencia en el debate público. La dirección popular trabaja por supuesto con la hipótesis de que puede no haber acuerdo y se convoquen nuevos comicios. Pero incluso en el caso de que no sea así, las elecciones autonómicas y municipales, y las generales de diciembre, evidenciaron que tienen problemas territoriales que exigirán renovación de sus «cuadros» y más esfuerzo de sus organizaciones regionales.

Por cierto, sin Congreso en esta etapa, Rajoy recibió también ayer implícitamente el apoyo de su Junta Directiva para ser de nuevo candidato en unas elecciones generales si hiciera falta que se repitiesen. Según los actuales Estatutos, el presidente del PP es el candidato a las elecciones generales. Rajoy ya anunció públicamente que en caso de nuevos comicios se volvería a presentar. Y hoy no tiene enfrente ningún movimiento interno con fuerza suficiente como para cuestionar esta decisión.

Por otra parte, Rajoy también ratificó su mensaje de firmeza y de defensa de la ley frente al desafío independentista. Con la advertencia de que no caben equidistancias entre quienes quieren liquidar la Ley y quienes ejercen su obligación de defenderla, en un mensaje que pareció que iba dirigido, entre otros, a Podemos. Rajoy insistió en su disposición al diálogo, pero advirtió: «Siempre he dicho sí a hablar, pero ni yo ni este partido va a aceptar la liquidación unilateral de las reglas de convivencia que nos hemos dado todos y sobre las cuales vamos a decidir todos». Reiteró que al Gobierno no le va más a faltar «ni firmeza ni determinación»” para defender, como es su obligación, «la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad de los españoles, el cumplimiento de la ley y la convivencia democrática que ampara nuestro proyecto común». Asimismo, recordó que lo más importante y relevante de la investidura y del discurso de Puigdemont es que no ha cambiado con respecto al de Artur Mas y se basa «en una resolución soberanista del Parlament que el TC anuló en su día».