El PP reta al PSOE a «regular» la relación Sánchez-Feijóo

Tras tres años de legislatura rodeados de tensión y marcados por la imposibilidad de llegar a acuerdos en asuntos de máxima sensibilidad, PSOE y PP han empezado a alentar en los últimos días la posibilidad de llegar a pactos: primero con la reforma del artículo 49 de la Constitución para cambiar «disminuidos» por personas «con discapacidad»; y, ahora, con la reforma de la ley del «sí es sí» para subsanar los «efectos indeseados» tras las rebajas de penas a agresores sexuales.

El PP ha tendido la mano para ambos temas: de hecho, Alberto Núñez Feijóo ha tratado de proyectar su moderación mediante el ofrecimiento de varios pactos de Estado. Sin embargo, el Gobierno apenas ha accedido a sentarse a negociar con los populares; tampoco ha aceptado sus propuestas. Esa dinámica ha cambiado en las últimas semanas con el artículo 49 y la ley del «sí es sí», con un PSOE más abierto a negociar, y los populares quieren calibrar hasta qué punto está Pedro Sánchez dispuesto a contar con el PP para asuntos de Estado.

En este sentido, los populares han presentado una proposición no de ley (PNL) para retar al PSOE a «regular» la relación entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición: es decir, entre Sánchez y Feijóo. La iniciativa tiene dos puntos: el primero insta al Gobierno a establecer un «régimen de información institucionalizado y frecuente» entre el presidente y el líder de la oposición o «las personas en las que ambos acuerden delegar»; y, el segundo, insta al Gobierno a que el presidente informe al líder de la oposición «cuando corresponda y, como mínimo, una vez durante cada periodo de sesiones» sobre cumbres internacionales, decisiones «sustanciales» en política exterior y defensa, el pacto Antiyihadista y el pacto de Estado contra la Violencia de Género.

El PP ha articulado esta iniciativa en base al punto 25 del plan de calidad institucional que presentó Feijóo en Cádiz. Los populares lamentan que Sánchez no haya cumplido con su compromiso de abrirse al diálogo y el consenso con el resto de grupos parlamentarios, promesa que hizo cuando llegó a la presidencia del Gobierno, una circunstancia que contrasta con la etapa de Mariano Rajoy. El expresidente del Gobierno, según recuerdan los populares en la PNL, se reunió hasta ocho veces con el líder de la oposición Alfredo Pérez Rubalcaba en apenas dos años para informarle de asuntos como la reforma de las pensiones, la abdicación del Rey Juan Carlos, política europea o situación económica.

Rajoy también contactó siete veces en un año con Sánchez (cuando era líder de la oposición) para informarle del desafío independentista o los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils. Sin embargo, Sánchez, como presidente del Gobierno, tan solo se reunió dos veces con Pablo Casado en cuatro años (con la pandemia de por medio) y una vez con Feijóo.

Lo cierto es que ese talante de Sánchez con el PP también se ha extendido a los grupos parlamentarios a la hora de negociar iniciativas. «Con nosotros no han hablado», es una afirmación muy recurrente entre los diputados populares cuando son consultados por si han mantenido contacto con el Gobierno para negociar alguna ley que se encuentra atascada en el Congreso porque PSOE y Podemos son incapaces de conseguir los apoyos de sus aliados parlamentarios habituales. Es decir, Sánchez evita el contacto con el líder del PP, pero esa comunicación tampoco se da «a menor escala» por parte del resto del Gobierno o del PSOE con los populares. Sí es cierto que en las filas socialistas también replican muy a menudo que tampoco merece la pena negociar con el PP porque dan por hecho que fracasará porque acusan a los populares de actitudes «electoralistas».

En cualquier caso, la PNL es la primera iniciativa del PP que articula alguno de los puntos que presentó Feijóo para mejorar la calidad de nuestras instituciones. También está previsto que pronto se registren dos proposiciones de ley para hacer cambios en el Instituto Nacional de Estadística (ha quedado bajo sospecha por las presiones del Gobierno para calcular datos económicos) y del CIS (con una imagen muy deteriorada tras el paso de Félix Tezanos).

Una PNL no es vinculante (es decir, no obliga al Gobierno a cumplir), pero sí permitirá forzar un posicionamiento del PSOE sobre estas cuestiones tras haberse cruzado reproches socialistas y populares sobre quién es el culpable de la falta de entendimiento entre los dos principales partidos del Estado.