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Congreso

Sánchez intentará comprar de nuevo el apoyo de Junts con los Presupuestos

El Ejecutivo ofrecerá inversiones en Cataluña esperando que Junts no pueda rechazarlas o asuma el coste de hacerlo.

Pedro Sánchez está llevando a cabo un importante ejercicio de abstracción del día a día político. Como si no fuera con él la cosa, el presidente del Gobierno asegura que sigue trabajando por intentar cumplir todos los acuerdos con Junts y que presentará los Presupuestos, además con vocación de que se aprueben. Lo hace a pesar de que la formación de Carles Puigdemont ya da por rotos todos los puentes con el PSOE, ha dicho específicamente que no habrá Presupuestos y ha asumido que no se cumplirán esas medidas que iba a obtener del Gobierno, como la oficialidad del catalán en la Unión Europea. Pero Sánchez, como acostumbra, resiste.

El Gobierno va a intentar que Junts vuelva al redil y se siente de nuevo en la mesa de negociación. Y parte de su estrategia pasa por elaborar unos Presupuestos en los que haya cuantiosas inversiones para Cataluña. Según explican fuentes de Moncloa y de sus socios de coalición, el movimiento consistirá en presentar algo en lo que a Junts le pueda salir caro, políticamente hablando, posicionarse en contra. Algunos, incluso, citan la escena de El Padrino para poner un ejemplo visual, esa en la que Vito Corleone dice "le voy a hacer una oferta que no podrá rechazar".

Consideran diversas fuentes que Junts tendrá muy complicado posicionarse en contra de, por ejemplo, importantes inversiones para el servicio de Rodalies. Presenta actualmente serias deficiencias y es una de las principales críticas de los postconvergentes y de la ciudadanía en general. Pero no solo en ese frente. Como se ha estado viendo en los últimos meses, los alcaldes de Junts están ejerciendo una enorme presión sobre Puigdemont por el temor a Aliança Catalana, y creen que podrían volver a presionarle si las cuentas generales conllevan mejoras para los municipios. Es evidente que no será fácil, porque Junts está defendiendo en público todo lo contrario a lo que Moncloa quiere obtener, pero no es la primera vez que en el PSOE hablan de "ayudar a Junts a virar el trasatlántico".

En cualquiera de los casos, esperan que si Junts se mantiene en el no y se queda en el bloqueo absoluto, la situación les haga asumir el coste político de tumbar los Presupuestos. La propia Yolanda Díaz hablaba ayer de "convertir una derrota parlamentaria en una victoria política", un mantra que se está repitiendo mucho estos días entre los partidos de izquierda, y advertía: "quien obstruye, la paga".

Además, no es una estrategia solo del PSOE. Algunos socios también quieren que Sánchez presente los Presupuestos, tenga o no los apoyos para poder aprobarlos. Distintas fuentes parlamentarias confirman que el Gobierno sigue negociando las cuentas generales con partidos como ERC, Bildu o Sumar. Esta última formación quiere que se lleven al Congreso "cuanto antes" y el PNV está pidiendo que el Ejecutivo trabaje en un acuerdo que sirva para "recuperar la confianza para que esta legislatura pueda tener sentido", dijo su portavoz en el Congreso, Maribel Vaquero, el pasado jueves. Es decir, que intente recomponer la mayoría en torno a los Presupuestos.

De hecho, Vaquero llegó a intentar transmitir confianza: "No tiene sentido que un Gobierno se mantenga de esa manera, sin Presupuestos, pero ya hemos visto que el presidente Sánchez siempre ha conseguido hacer lo difícil fácil y darle la vuelta en algunas situaciones bastante complicadas". Quién sabe si por proyección de un deseo o por verdadera convicción, lo cierto es que la mayoría de socios parecen guardar cierto optimismo.

Lo que sí se da por hecho es que los Presupuestos ya no se presentarán en 2025. El Ministerio de Hacienda todavía no ha dado el paso previo, el de intentar aprobar el techo de gasto, y esos Presupuestos expansivos en Cataluña podrían acabar de rematar la candidatura de Miguel Ángel Gallardo en Extremadura. El barón socialista se encuentra en horas bajas, investigado por corrupción, y los pronósticos electorales no son nada buenos. Además, se trata de un territorio en el que las cesiones al independentismo no suelen sentar nada bien. Teniendo en cuenta que la tramitación parlamentaria de unos Presupuestos puede durar poco más de un mes desde que se llevan a la Cámara Baja y que quedan sólo seis semanas para que los extremeños acudan a las urnas, el 21 de diciembre, hacer que las dos cosas coincidan no parece una buena idea.

Esto significa que el 1 de enero se tendrán que prorrogar las cuentas actuales, que son las de 2022, y que Sánchez buscará un golpe de efecto al presentarlos en 2026. Tendrá que medir bien los tiempos, para evitar que perjudiquen sus aspiraciones en las elecciones de Castilla y León, que se celebran en marzo, y las andaluzas, que serán a mitad de año. Las cesiones a Cataluña que pueda incluir Sánchez en los Presupuestos pueden lastrar al PSOE en estos territorios, pero desde el 23-J y desde la victoria de Salvador Illa, el presidente tiene muy claro que Cataluña es su gran motor electoral, el territorio que más escaños le va a aportar.

Lo que nadie parece barajar, excepto Podemos, es que vaya a producirse un adelanto electoral inminente. Sánchez volvió a insistir ayer en que gobernará hasta 2027, con el objetivo de agotar la legislatura. Y aunque los socios no comparten esa previsión tan optimista, sí creen que podrá aguantar hasta 2026. Principalmente, porque está obligado a ello. Por un lado, porque el espacio a su izquierda todavía no está organizado del todo y si convoca sin que se pueda llegar a una candidatura unitaria se perdería cualquier esperanza de revalidar el Gobierno. Por otro, porque Sánchez necesita percibir algo de viento a su favor, algo que ahora mismo no hay, para evitar un descalabro mayúsculo en las urnas.

Solo Sánchez sabe, de momento, si los Presupuestos entran dentro de ese cálculo para el adelanto. Pero mientras termina de elaborarlos, va a seguir trabajando para volver a atraer de nuevo a Junts. Se vio esta misma semana. Después de que Míriam Nogueras anunciara que su partido iba a bloquear por norma todas las iniciativas que parten del Gobierno, el Congreso de los Diputados desbloqueó, como por arte de magia, la ley contra la multirrecidencia que presentó Junts. La norma llevaba desde febrero en un cajón, pero el próximo miércoles ya se reunirá la ponencia para estudiar las enmiendas parciales presentadas por los grupos. Además, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se volvió a reunir con la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, para intentar avanzar en la oficialidad del catalán en la Unión Europea. Aunque Junts da este asunto por perdido, Sánchez hace como con los Presupuestos, lo sigue intentando.