
Estrategia
Sánchez trata de recuperar la iniciativa con la amnistía
El Gobierno busca cambiar el foco de las polémicas sobre corrupción que cercan al partido

Pedro Sánchez cumple siete años en el poder abatido por la frustración de haber perdido el control total sobre la agenda pública. La acción legislativa del Gobierno por paupérrima se demuestra insuficiente para llevar la iniciativa política y el Ejecutivo hace semanas que nada a contracorriente de conversaciones de WhatsApp de José Luis Ábalos, informes non natos de la UCO sobre miembros clave de la dirección socialista y "fontanería" variada del partido.
La corriente es tal, que la semana pasada desde Moncloa dejaron de bracear y se rindieron al caudal de lo que, denominan, "las cloacas". Contribuyendo así a esparcir porquería, haciéndose eco de mercancía averiada sobre un exmando de la UCO que, en conversación privada con un confidente, dejaba volar la expectativa de que le colocaran una "bomba lapa". El Gobierno lo vendió como un nuevo ataque, parte de la conspiración de la que son víctima, pero el relato, a tenor del literal de los mensajes, no se sostiene. En Moncloa tratan de blindar a Sánchez, desvinculándole de cualquier complot contra la UCO, pero la sensación generada preocupa.
Por ello, la estrategia para desviar el foco de Leire Díez fracasó por este flanco y en Moncloa se encomiendan a un debate que lo capitalizó todo en su momento, el de la amnistía, para volver a retomar el control del discurso. Un Tribunal Constitucional fracturado se prepara para el aval del perdón al "procés" y en el Ejecutivo han visto en esta cuestión el mejor salvavidas para sortear la ola de escándalos que les ahogan. Desde el Gobierno se hará hincapié en que la norma es "plenamente constitucional" y ya ha tenido efectos "positivos" porque ha servido para "normalizar la vida política en Cataluña".
Fuentes socialistas consultadas aspiran a que un mes de junio jalonado de hitos políticamente relevantes, y que culminará con la Cumbre de la OTAN de La Haya, les permita tomar resuello del que es ya un mes horribilis, que comenzó con el apagón energético y que ha acabado alumbrando la oscuridad de las artes conspiratorias del partido.
La aspiración del Gobierno es que el debate gire hacia otros temas, la amnistía o el gasto en Defensa que, aunque tampoco son inocuos para sus intereses, no escapan del control del argumentario ni de la agenda. Moncloa pretende reivindicar que la controvertida ley para garantizarse la investidura cuenta con el aval constitucional y buscará focalizar la atención en las conversaciones sobre la inversión militar. Estas negociaciones deberían coger fuerza esta semana y aunque España defenderá que no tiene capacidad para absorber más gasto que el ya comprometido del 2%, sí se reconoce en privado que habrá que asumir un calendario de cumplimiento a largo plazo como mensaje al resto de socios de la alianza, especialmente, EE UU.
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