El desafío independentista

Torra inicia una "cacería"política contra los Mossos por las cargas

Analizarán quince actuaciones de los agentes durante los disturbios. «Quieren que no hagamos nuestro trabajo».

Imagen de la reunión que presidió Miquel Buch junto a mandos policiales
Imagen de la reunión que presidió Miquel Buch junto a mandos policialeslarazon

Analizarán quince actuaciones de los agentes durante los disturbios. «Quieren que no hagamos nuestro trabajo».

La presión del independentismo contra los Mossos d’Esquadra ha terminado surtiendo efecto. Con las elecciones generales del 10 de noviembre a la vuelta de la esquina, el Govern no podía permitirse acumular más desgaste y ha empujado a la Conselleria de Interior a dar un golpe de efecto para tratar de reconciliarse con la calle y aplacar las resonantes críticas de la CUP y de los «comunes», que han pedido con insistencia responsabilidades políticas por las cargas policiales. En este marco, la portavoz de la Generalitat, Mertixell Budó, anunció ayer que el departamento de Interior ha puesto en marcha «la investigación interna más grande que se ha hecho nunca de un operativo» e informó de que hay ya 15 actuaciones de los agentes de policía bajo supervisión.

Por ahora son 15, pero esta cifra podría crecer ya que se están revisando todas las acciones de los Mossos d’Esquadra durante estas semanas de protestas. Budó precisó que se están estudiando porque podrían constituir una «mala praxis» y avisó de que si, finalmente, es así, se abriría un expediente a los agentes, que podría tener como consecuencias una sanción, suspensión de empleo o información reservada.

La medida se tomó en una reunión a media mañana entre el conseller de Interior, Miquel Buch, y diversos mandos. Entre los presentes estuvieron el comisario jefe, Eduard Sallent; el secretario de Interior, Brauli Duart; el director general de los Mossos, Pere Ferrer; el jefe de gabinete de Interior, Pep Montané; o el comisario David Boneta. Buch, que hasta el momento ha cerrado filas con los Mossos d’Esquadra, quiso aclarar a través de las redes que la investigación interna se pone en marcha para «mejorar» y, para ello, «hay que corregir lo que no se ha hecho bien». Además, el Govern también anunció el registro en el Parlament de la solicitud de una comisión de investigación para estudiar y analizar todos los altercados.

Lo cierto es que la decisión, con un importante trasfondo electoralista, ha vuelto a airar los ánimos en el cuerpo policial, ya que se considera que tendrá repercusión en las próximas actuaciones. «Es evidente que hay voluntad política. Es una manera de coaccionarnos para que no hagamos nuestro trabajo», coinciden en señalar diversos agentes de los Mossos d’Esquadra que, naturalmente, prefieren guardar el anonimato. Y es que se extiende el temor de que, teniendo en cuenta la avalancha de protestas que todavía amenazan el orden público en Cataluña –entre otras, el lunes y el martes, el Rey Felipe VI visita Barcelona–, las órdenes que se den desde la dirección policial vuelvan a tener influencias políticas y puedan poner en riesgo la seguridad de los propios policías. Por ahora, agentes consultados por este diario consideran que se está respetando al cuerpo policial y las órdenes se están tomando «correctamente», como pidieron los sindicatos en una reunión con Buch.

Bien es cierto que, sin embargo, desde el sindicato mayoritario de los Mossos d’Esquadra, Uspac, prefieren guardar prudencia y circunscriben las maniobras, por ahora, a que las actuaciones de los agentes se «fiscalizan» automáticamente. Si bien, ya han advertido de que estarán vigilantes para frenar una «cacería indiscriminada», al estar instigada por Quim Torra, a quien han acusado de «desleal».