Ceuta

Un año después del Tarajal

El caso de las muertes del Tarajal, en paréntesis tras la decisión de la juez de inhibirse ante la Audiencia Nacional

Imagen de uno de los homenajes a los fallecidos en el Tarajal.
Imagen de uno de los homenajes a los fallecidos en el Tarajal.larazon

Hace un año de aquel trágico 6 de febrero en el que Ceuta vivía la mayor tragedia migratoria de su historia: 15 inmigrantes morían intentando llegar por mar a España desde Marruecos.

Fueron 15 personas muertas. 15 esperanzas de una vida mejor en Europa que quedaron sumergidas en el mar. 15 familias destrozadas sin saber dónde están enterrados sus hijos, si a este o al otro lado de la frontera que separa Ceuta de Marruecos, en tumbas sin nombre, sin identificar sus restos. Hace un año de aquel trágico 6 de febrero en el que Ceuta vivía la mayor tragedia migratoria de su historia, una tragedia marcada por las dudas sobre la actuación de la Guardia Civil, las negaciones de la delegación del Gobierno sobre el uso de material antidisturbios, las contradicciones del Ministerio del Interior con las imágenes grabadas por las cámaras de la frontera y, de nuevo, los muertos, sus cuerpos abandonados en el agua, a la espera de que la corriente los arrastrara a uno o a otro lado de la frontera para que fueran las autoridades de uno u otro país las que se hicieran cargo.

365 días después quedan muchas cuestiones por aclarar, empezando por el procedimiento judicial que en este momento se encuentra viviendo un paréntesis tras la decisión de la juez del caso en Ceuta de inhibirse ante la Audiencia Nacional. Una decisión ante la que las dos acusaciones populares han presentado recurso de reforma al que también ha decidido sumarse la fiscalía ceutí. En ambos casos consideran que el juzgado de Ceuta tiene potestad para mantenerse al frente del caso, algo que la propia magistrada niega en su auto de inhibición en el que afirma que lo que se está investigando en este caso son las muertes de estas personas “como consecuencia de la actuación de la Guardia Civil” y que se puede concluir que las mismas se produjeron en Marruecos por lo que cree que el caso debe pasar a manos de la Audiencia Nacional.

Todo ello tras 9 meses esperando a que la Guardia Civil entregara al juzgado ceutí la documentación sobre los agentes que actuaron aquella mañana en la frontera, cuando cerca de 200 personas bajaron desde los montes marroquíes cercanos al perímetro fronterizo a la carrera, fueron interceptados por las fuerzas del orden del país vecino y cerca de un centenar consiguió lanzarse al agua con la esperanza de poder bordear a nado los pocos metros que separan ambos países. 15 no lo lograron, otros cuantos, llegaron nadando hasta la playa del Tarajal, ya en territorio español, y fueron devueltos, por una puerta en el mismo perímetro fronterizo, en lo que el Ministerio del Interior ha dado en llamar rechazo en frontera, un eufemismo para no hablar de las tan criticadas devoluciones en caliente, denunciadas tanto por las ONGs como por los organismos internacionales, entre ellos la propia Unión Europea.

Un año después hay quienes se resisten a olvidar. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía y la organización ceutí, Pedagogía Ciudadana, han convocado para este sábado a las cuatro de la tarde la II Marcha por la Dignidad (la primera se produjo un mes después de los sucesos) que partirá de la puerta del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes y recorrerá las calles de Ceuta hasta la playa del Tarajal, hasta esa valla fronteriza que los 15 soñaban en cruzar para alcanzar una vida mejor, unos sueños que quedaron ahogados aquel 6 de febrero.

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